La artista mexicana celebra sus cuatro décadas con un disco íntimo, un alter ego creativo y su gira más ambiciosa en años.
Ciudad de México.- Al cumplir 40, Natalia Lafourcade dio vida a Cancionera, un alter ego que representa libertad, dualidad y autenticidad artística. Esta figura espiritual y lúdica inspiró tanto su nuevo álbum como su regreso a los escenarios en la gira más grande que ha tenido en Norteamérica desde 2018. En este trabajo, Lafourcade regresa a sus raíces sonoras de Veracruz con una mezcla etérea de folk latino y profundidad emocional.
La creación del disco fue un experimento artístico: grabado en una sola sesión y en cinta analógica, el proceso fue guiado por la espontaneidad, el juego y la conexión emocional. A través de Cancionera, la cantautora explora su dualidad personal, mezclando lo tradicional con lo transgresor, dejando que la música fluya sin miedo y de forma visceral.
Sobre el escenario, Lafourcade se transforma: pequeña en estatura, pero inmensa en presencia, convierte cada presentación en una experiencia íntima y energética. Con canciones que hablan de amor, pérdida, raíces y vida, reafirma que la música es su gran maestra y el escenario, su hogar. Cancionera no solo marca un nuevo capítulo en su carrera, sino una reconfiguración vital que celebra el poder de reinventarse.