Si algo se ve mal y huele mal seguramente está mal. Según el presidente mexicano, en su gobierno no habría influyentismo ni nepotismo sin embargo responde “¿qué tiene de malo?” que su hijo sea denunciado por tráfico de influencias. Al presidente no le parece mal tener a toda la familia en nómina porque son notables los apellidos similares en su administración, para ejemplo basta un botón.
Si haz escuchado frecuentemente en medios el apellido Taddei es porque varios de los miembros de esta influyente familia son empleados en gobiernos y secretarías de la cuatroté.
La más notoria es Guadalupe, recientemente nombrada presidenta del INE. Le sigue Jorge Luis Taddei, delegado del Bienestar en Sonora cuyo hijo Pablo Daniel Taddei Arreola es el director de la infame Litio de México mejor conocida como LitioMX.
Ivana Celeste Taddei, hija del delegado sonorense es diputada en el congreso local. Y luego hasta atrás llegó su otro hijo Jorge Carlos Taddei que ha ocupado varios cargos en el gobierno entre ellos director en la Comisión Natural de Áreas Naturales Protegidas y fungió como enlace para temas de la Comisión de Salud en la Cámara de Diputados.
¡Qué bonita familia!
Recientemente se destapó Mariana Rodríguez, esposa del Gobernador de Nuevo León Samuel García para la alcaldía de Monterrey. Y de nuevo Andres Manuel no ve nada de malo y sale a felicitar a la influencer, llamándola “una mujer exitosa”. Pues aquí una muestra de su “éxito”.
Recientemente se publicó una medición de la encuestadora De Las Heras – Demotecnia comparando a Mariana en distintos escenarios contra los candidatos de oposición y los resultados deben ser un balde de Fanta fría para Movimiento Ciudadano.
Resumiendo el careo de De Las Heras – Demotecnia, en ningún escenario Mariana Rodriguez logra ganar a la coalición del PRIAN, aún y poniendo estos como candidato al supuestamente impopular y odiado por Sammy Garcia, Paco Cienfuegos.
Tan solo el 12% de los encuestados tiene una opinión positiva de Mariana, contando la influencer con un reconocimiento del 70%, debajo del 92% de reconocimiento con que cuenta el priista Adrián de la Garza.
Se cuestionó la razón por la cual Samuel García está impulsando la carrera política de su esposa, a lo que el 66% respondió “porque sabe que tiene buena imagen y es popular”, mientras que solamente el 14% dijo que por ser buena candidata.
Que esto sea una lección para los partidos que piensan que los seguidores y “likes” en TikTok e Instagram son suficientes para elegir a puestos de elección popular a personajes poco preparados e indeseables.
Parece que después de todo los regios ya aprendieron -a la mala- la lección “Fosfo-Fosfo”.