La fabricación de autos chinos en México pone en riesgo la industria estadounidense con precios hasta cinco veces más bajos.
Washington, Estados Unidos.- El posible ingreso de vehículos eléctricos (EV) chinos de bajo costo a Estados Unidos a través de México genera preocupación en la industria automotriz estadounidense. La empresa china BYD podría establecerse en México y aprovechar el Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá (USMCA) para vender sus EV a precios mucho más bajos que los modelos estadounidenses, poniendo en riesgo empleos y fábricas en EE.UU.
Los vehículos eléctricos chinos, como el Seagull de BYD que cuesta alrededor de $11,000, podrían competir con los EV estadounidenses que tienen un precio promedio de $55,000. Las autoridades estadounidenses podrían tomar medidas para impedir la entrada de estos EV chinos, como imponer aranceles elevados o presionar a México para que bloquee la inversión china en su territorio. Sin embargo, estas acciones podrían enfrentar desafíos legales.
La alta inversión china en EV y las eficiencias de costos logradas a través de subsidios gubernamentales representan una ventaja significativa. China produjo el 62% de los EV a nivel mundial en 2022, mientras que EE.UU. fabricó menos del 10%. La administración Biden ya ha elevado los aranceles a los EV chinos, pero el USMCA podría permitir que estos vehículos entren a EE.UU. a tasas arancelarias más bajas si se ensamblan en México.
El debate sobre cómo abordar esta situación es intenso. Algunos sugieren que permitir la entrada de EV chinos podría acelerar la adopción de vehículos eléctricos en EE.UU., mientras que otros advierten sobre los riesgos de seguridad nacional y la competencia desleal. La decisión final podría tener un impacto significativo en el futuro de la industria automotriz estadounidense y en su capacidad para competir en el mercado global de vehículos eléctricos.