Larry Rubin, director ejecutivo de la AMIIF, advierte que el proceso de adquisición está atorado.
Alejandro Jiménez / El Sol de México.- La incertidumbre por el desabasto de medicamentos en el país sigue preocupando tanto a pacientes como a la industria farmacéutica, quienes instan al gobierno a tomar decisiones prontas y efectivas para garantizar el acceso a tratamientos esenciales, señaló Larry Rubin, director ejecutivo de la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica (AMIIF).
Aun cuando hace un mes arrancó formalmente el proceso de adquisición de medicinas el sector público –de por sí bastante tarde para el abastecimiento del próximo año, pues debió iniciar hace seis meses-, es hora de que las autoridades de salud no se ponen de acuerdo en detalles burocráticos, traen a los laboratorios a las vueltas y hasta la fecha no existen pedidos, lo que preocupa a la industria farmacéutica por las consecuencias en la salud de los pacientes que cuentan con sus medicinas, dijo.
“Lo que queremos es que los medicamentos lleguen a los pacientes lo antes posible. Llevamos semanas escuchando promesas de que ya se resolverá, pero no hay avances tangibles”, afirmó Rubin.
De manera adicional, la industria está preocupada por la reciente aprobación de un decreto que permite la entrada de medicamentos sin registro sanitario en México, lo que genera incertidumbre sobre la calidad y confiabilidad de los productos.
“Esto no solo genera incertidumbre, sino que podría afectar gravemente la salud de los pacientes al priorizar a empresas sin un historial confiable en el país”, señaló.
La industria ha enfatizado que los procesos de adquisición y producción de medicamentos requieren una planeación meticulosa debido a la globalización de las cadenas de suministro. “Muchos de los insumos se producen en Asia o Europa. Los gobiernos responsables hacen sus pedidos con al menos seis meses de anticipación. No podemos esperar que los medicamentos lleguen en unas semanas cuando no se han tomado decisiones claras”, se pronunció la industria farmacéutica.
Los retrasos no solo impactan a los pacientes, sino que también ponen en riesgo la operación del sistema de salud nacional. La falta de coordinación entre las autoridades y la industria farmacéutica ha sido señalada como uno de los principales obstáculos.
“Es vital que se priorice al paciente por encima de las diferencias ideológicas o los trámites administrativos”, añadió el pronunciamiento.
Adicionalmente a los retrasos administrativos, también existe una deuda pendiente de aproximadamente nueve mil millones de pesos, heredada de la administración anterior. Según el representante de AMIIF, este adeudo afecta directamente la capacidad de los laboratorios nacionales para producir y suministrar medicamentos esenciales.
Ante este panorama, la industria farmacéutica hace un llamado urgente al gobierno para que establezca mecanismos claros y ágiles que permitan el flujo adecuado de medicamentos al sistema de salud, evitando así que millones de pacientes queden desatendidos en un momento crítico.