A nivel mundial, el asma afecta a unos 300 millones de personas.
Especial.- Cada día, más de 1.000 personas fallecen a causa del asma, una condición que restringe las vías respiratorias e impide que el oxígeno llegue donde es necesario. Ahora un estudio publicado en Science ha arrojado luz sobre cómo la constricción mecánica de las vías respiratorias durante un ataque de asma provoca una congestión celular que desencadena inflamación, secreción de mucosidad y daño en la barrera de las vías aéreas.
Los científicos han demostrado por primera vez cómo esta constricción sobrecarga las células en el revestimiento, causando su expulsión y muerte.
«Sin esta barrera, los pacientes con asma son mucho más susceptibles a sufrir inflamación a largo plazo, problemas en la cicatrización de heridas e infecciones que causan más ataques», explica Jody Rosenblatt, bióloga celular de King’s College London y autora principal del estudio.
Este descubrimiento, resultado de más de diez años de investigación, ofrece una solución prometedora. Se trata de un compuesto que bloquea la expulsión de células sobrecargadas en el revestimiento de las vías respiratorias de ratones.
Aún no se ha probado su seguridad en humanos, pero este avance podría abrir caminos completamente nuevos para prevenir los ataques de asma, en lugar de limitarse a tratar la inflamación.
Los síntomas varían desde silbidos, tos, dificultad para respirar hasta opresión en el pecho, y pueden ser desencadenados por una amplia gama de factores. Hasta el momento, solo algunos tratamientos pueden controlar los síntomas. Sin embargo, aproximadamente el 31% de las personas con asma no encuentran alivio en las opciones de tratamiento disponibles, poniéndolas en riesgo de sufrir ataques potencialmente mortales.
El equipo de investigación se centró en la broncoconstricción, es decir, el estrechamiento y apretón del músculo liso alrededor de las vías respiratorias durante un ataque. Este proceso provoca daño e inflamación en el revestimiento de los pulmones, similar al observado en el asma.
Nuevos descubrimientos.
El albuterol es considerado el mejor tratamiento broncodilatador, no obstante, los autores descubrieron que solo relaja el músculo liso circundante, mas no detiene el daño de las células epiteliales de las vías respiratorias ni la inflamación posterior a un ataque de asma.
«Por fortuna, encontramos que podemos usar un compuesto económico, el gadolinio, frecuentemente utilizado en imágenes por resonancia magnética, para detener el daño en las vías respiratorias de modelos de ratones, así como la inflamación y secreción de mucosidad subsiguiente», explica Rosenblatt. Este descubrimiento podría prevenir el ensanchamiento de musculatura que causa futuros ataques.
Aunque el gadolinio aún no se ha confirmado como seguro para tratamientos en humanos, este hallazgo abre la puerta a desarrollar terapias similares que prevengan los síntomas del asma.
Nuevos tratamientos.
Samantha Walker, directora de investigación e innovación en Asthma + Lung UK, afirma que este descubrimiento ofrece nuevas posibilidades de tratamiento desesperadamente necesarias para las personas con asma, en lugar de concentrarse únicamente en la inflamación.
Los autores sugieren que un mecanismo similar podría subyacer en otras condiciones inflamatorias caracterizadas por la constricción, abriendo el camino hacia tratamientos muy necesarios.