Los sectores automotriz, agrícola y manufacturero serían los más afectados por los aranceles a México y Canadá.
Estados Unidos.- Donald Trump, anunció este lunes en la Casa Blanca que los aranceles del 25% a las exportaciones de productos provenientes de México y Canadá entrarán en vigor este martes, 4 de marzo, como parte de una política que ha generado gran expectativa internacional. Además, el mandatario reveló que los aranceles aplicables a productos agrícolas de todos los países, incluidos aquellos con los que Estados Unidos mantiene acuerdos comerciales, serán implementados a partir del 2 de abril.
Pese a que su secretario de Comercio, Howard Lutnick, había indicado esta mañana que aún se estaba debatiendo cómo se aplicarían los aranceles, Trump dejó claro que las tarifas comerciales no sufrirían modificaciones ni cambios en su fecha de implementación. «No hay margen de maniobra, ni para México ni para Canadá. Los aranceles están listos y entrarán en vigor mañana», declaró el mandatario.
El 28 de febrero, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, se refirió al tema en una conferencia de prensa, indicando que su gobierno esperaría hasta el 4 de marzo para confirmar si los aranceles serían implementados finalmente. A pesar de las tensiones generadas por el anuncio de Trump, Sheinbaum señaló que su administración se mantendría paciente y abierta a continuar las negociaciones con el gobierno de Estados Unidos. En este sentido, Sheinbaum también manifestó que esperaba tener una llamada telefónica con Trump en los próximos días para evaluar los avances de las conversaciones y explorar la posibilidad de acordar una nueva prórroga para la entrada en vigor de los aranceles.
El anuncio de Trump ha generado una serie de reacciones en América del Norte. Desde el gobierno mexicano, se ha insistido en que las políticas comerciales de los Estados Unidos deben basarse en el respeto mutuo y la cooperación. La administración de Sheinbaum ha enfatizado que las medidas arancelarias de Estados Unidos no solo son perjudiciales para la economía mexicana, sino que también pondrían en riesgo la estabilidad de las relaciones comerciales entre los tres países que componen el T-MEC (Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá).
A pesar de este panorama, el gobierno mexicano ha subrayado que la diplomacia sigue siendo la vía preferida para resolver cualquier disputa. Sheinbaum expresó su confianza en que, a través de conversaciones directas, se pueda encontrar una solución que beneficie a ambas naciones y, por ende, evite una escalada en el conflicto comercial.
Por su parte, Canadá también ha manifestado su postura firme ante las nuevas medidas arancelarias de Estados Unidos. La ministra de Relaciones Exteriores de Canadá, Mélanie Joly, reaccionó rápidamente al anuncio de Trump y advirtió que su país no permanecería de brazos cruzados ante esta imposición de aranceles. Joly aseguró que Canadá está preparado para implementar medidas de represalia, imponiendo aranceles equivalentes sobre productos estadounidenses por un valor estimado de 155 mil millones de dólares. Esta cifra representa un alto porcentaje de las exportaciones de Estados Unidos a Canadá, lo que podría generar efectos adversos tanto para el comercio bilateral como para la economía global.
A pesar de las amenazas de represalias, Joly dejó en claro que Canadá sigue comprometido con los esfuerzos diplomáticos para encontrar una solución negociada que permita evitar una guerra comercial abierta. La ministra resaltó que los esfuerzos de diálogo continúan en marcha y que, aunque Canadá se ve obligado a responder, su prioridad sigue siendo preservar una relación comercial armoniosa con su vecino del sur.
En declaraciones recientes, Joly destacó que la administración canadiense continuará buscando un terreno común en las negociaciones, aunque también dejó claro que la paciencia tiene un límite. “Nuestro objetivo es evitar una confrontación innecesaria. Sin embargo, si Estados Unidos sigue adelante con sus aranceles, Canadá no dudará en tomar las medidas necesarias para defender sus intereses económicos.”
La decisión de Trump de imponer aranceles al comercio con México y Canadá tendrá un impacto significativo en varios sectores de la economía. Entre los sectores más afectados se encuentran la industria automotriz, la agricultura y los productos manufacturados, áreas en las que tanto México como Canadá son socios clave de Estados Unidos. Además, el mercado agrícola global podría ver alteraciones, ya que los aranceles a productos agrícolas de otros países pueden generar tensiones adicionales en el suministro y los precios de productos clave como maíz, trigo y soja.
Los analistas económicos advierten que, si bien las represalias comerciales entre Estados Unidos, México y Canadá podrían generar disrupciones temporales en los flujos comerciales, los efectos a largo plazo podrían ser mucho más profundos. Una posible guerra comercial entre las tres economías más grandes de América del Norte podría afectar no solo a las empresas involucradas, sino también a los consumidores, quienes podrían enfrentar precios más altos y una menor disponibilidad de productos. Además, los mercados internacionales estarán atentos a cómo se desarrolla este conflicto, ya que podría tener repercusiones globales.