Intervención legislativa logra suspender ejecución.
Texas, Estados Unidos.- La Corte Suprema de Texas concedió una suspensión de la ejecución de Robert Roberson, quien se encontraba en el corredor de la muerte por la muerte de su hija de 2 años en 2002. La decisión fue el resultado de un esfuerzo bipartidista por parte de legisladores texanos que argumentaron que nuevas pruebas sugerían la inocencia de Roberson, cuestionando el diagnóstico original de “síndrome del bebé sacudido”, el cual ha sido desacreditado en gran medida.
La ejecución de Roberson estaba programada para el 17 de octubre de 2024. Aunque la Corte Suprema de Estados Unidos y la Corte Criminal de Apelaciones de Texas habían rechazado suspender la ejecución, un grupo de cinco legisladores republicanos y cuatro demócratas logró que la Corte Suprema estatal emitiera una orden de suspensión. Estos legisladores argumentaron que la Cámara de Representantes de Texas debía escuchar el testimonio de Roberson antes de cualquier ejecución, citando preocupaciones sobre la justicia en el caso.
Desde 2002, Roberson ha estado en prisión tras ser condenado por el asesinato de su hija Nikki, quien murió supuestamente debido a “síndrome del bebé sacudido”. Sin embargo, nuevos estudios médicos cuestionan esta condición como causa de muerte y sugieren que Nikki pudo haber fallecido por complicaciones de neumonía, sepsis no diagnosticada y una caída accidental. Expertos médicos y grupos de derechos humanos han respaldado estas nuevas evidencias, insistiendo en que Roberson no cometió ningún crimen.
La intervención de los legisladores y la orden de la Corte Suprema de Texas permiten que Roberson testifique ante el Comité de Jurisprudencia Criminal de la Cámara el lunes. Esta audiencia examinará la validez de la condena a la luz de la ley estatal que permite impugnar veredictos basados en ciencia desactualizada o desacreditada. La lucha por la vida de Roberson ha resaltado preocupaciones sobre la justicia y el uso de ciencia obsoleta en casos de pena de muerte en Texas.