El gobierno insiste en aumentos de dos dígitos, pero expertos advierten sobre riesgos económicos.
Ciudad de México.- La presidenta Claudia Sheinbaum anunció que su gobierno mantendrá la política de aumentos anuales de dos dígitos al salario mínimo, con un alza estimada del 12% para 2026. Esta medida llevaría el ingreso mensual de 8,475 a cerca de 9,500 pesos, avanzando en la meta de que dicho salario cubra 2.5 canastas básicas hacia 2030. El único condicionante señalado fue el control de la inflación, sin mencionar el débil crecimiento económico proyectado.
Sin embargo, el panorama económico es incierto: la economía apenas creció 0.2% en el primer trimestre del año, la industria muestra señales de desaceleración y la generación de empleo formal se encuentra en su peor momento en 16 años. A esto se suman las tensiones comerciales con EE. UU., que generan volatilidad e incertidumbre. Todo esto pone en duda la sostenibilidad de incrementos salariales tan agresivos.
Especialistas advierten que, si bien la recuperación del salario mínimo era necesaria tras décadas de rezago, seguir aumentando sin una estrategia que fortalezca la productividad podría generar efectos contraproducentes, como informalidad laboral, presión sobre los precios y distorsiones en la estructura salarial. La gran incógnita ahora es si este nuevo ajuste es realmente viable en el actual entorno económico.