Los Rayados de Monterrey se impusieron 1-2 al Atlas en el estadio Jalisco para mantenerse como el único invicto del CL 2024
José Ángel Rueda / ESTO.- Hay equipos que no necesitan jugar bien para imponer condiciones, les basta con el talento. Los Rayados de Monterrey se colgaron esa etiqueta para imponerse 1-2 al Atlas en el estadio Jalisco. Y mantener el invicto y de paso el liderato general, para irse al descanso de la fecha FIFA como el mandamás de la clasificación.
A pesar de que el equipo dirigido por Fernando Ortíz suele sustentar sus buenos resultados con sus actuaciones. Ante los rojinegros apeló a la eficacia para llevarse los tres puntos. A Monterrey le costó controlar el trámite del encuentro y por grandes lapsos quedó a merced del ímpetu de los locales. El Atlas fue mejor que Rayados y durante los primeros 45 minutos logró generar jugadas de peligro que, de no ser por el poco tino de Murillo, en par de ocasiones, y de Jeremy Márquez, habrían conseguido su objetivo.
Ya se sabe, sin embargo, que el futbol es de momentos. Cuando peor la pasaba Rayados, de pronto Maximiliano Meza sacó de la chistera un golazo en la recta final del primer tiempo. El argentino vio adelantado a Camilo Vargas y le pegó desde lejos, un disparo que techó al arquero y dejó helado al Jalisco, que pasó de ver el dominio esteril de los suyos a cómo el rival aprovechaba casi la única que había tenido.
El gol lastimó al equipo de San José y alimentó la confianza del de Ortiz, como si todo lo que hasta el momento había salido bien, pudiendo salir mal, fuera una señal inequívoca de llevar a buen puerto la tarde. Las sensaciones se acrecentaron en la segunda mitad, cuando al 57 Jesús Gallardo puso el segundo con un remate de cabeza en una jugada a balón parado.
HUBO NERVIOS EN LOS ÚLTIMOS MINUTOS DEL ATLAS VS RAYADOS.
El segundo tanto de los regiomontanos parecía liquidar las acciones, pero ya se sabe que en el Jalisco y con Atlas, mientras mayor sea la adversidad más posibilidades hay de una reacción. El “Mudo” Aguirre probó esa teoría y quedó cerca del descuento con un cabezazo a segundo palo que Andrada sacó como la gente grande. No pudo hacer nada el arquero, sin embargo al minuto 81, ante un buen tiro libre de Rocha que se coló pegado al palo, imposible para el argentino.
El gol llenó de nervio los minutos finales, y el Atlas comenzó a creer en la igualada agónica. No faltaron oportunidades, pero Caicedo se perdió la más clara, con un remate fallido de cabeza en el descuento.