Necaxa necesitó un destello para complicarle todo a Pumas que tras la expulsión de Huerta mostró su peor versión.
Rubén Beristáin | ESTO.- Pumas no tiene luz si no está César Huerta en el campo, el Chino provocó un apagón en su equipo en cuanto fue expulsado y los universitarios ya no pudieron reaccionar, el sotanero Necaxa necesitó de un sólo destello para volver a ganar en su casa después de ocho meses. Los universitarios perdieron la oportunidad, pudieron llegar al tercer peldaño, pero con su derrota pueden caer hasta el octavo. 1-0 final.
Un equipo en crisis y sin aspiraciones.
El otro con ánimos de revancha y la clara intención de poder instalarse en las primeras posiciones del torneo. Parecía un juego de trámite, con un resultado esperado, pero muy rápido le cambió la historia a los universitarios.
El hombre de moda, el que todos quieren ser en el Pedregal con peluca de chinos y con el dorsal número 12 en la espalda. César Huerta fue el hombre a seguir en Aguascalientes, pero muy temprano en el partido se apagó su luz. El Chino fue expulsado por un golpe con el codo sobre Emiliano Martínez. El VAR revisó la jugada y confirmó. Esa jugada accidental del ofensivo felino lo cambió todo en tierras hidrocálidas.
La ausencia de uno de sus mejores futbolistas en la actualidad le pesó a Pumas. El equipo de la UNAM no se esperaba un golpe de tal magnitud y se le vio completamente desubicado. El plan del director técnico Antonio Mohamed tuvo que cambiar.
Necaxa pudo aprovechar, pero no lo hizo ni de cerca. Su ataque fue inoperante. Édgar Méndez y Facundo Batista pasaron desapercibidos. Los del Pedregal incluso fueron más peligrosos con un hombre menos, pero lo más relevante fue un disparo lejano del Toro Fernández y algunos destellos de Gustavo del Prete. Nada más.
El complemento también careció de emociones. El conjunto de casa no presionó, tampoco generó, mucho menos hizo algo para cambiar el marcador a su favor. De eso se dio cuenta la visita, que tomó el control a pesar de su inferioridad numérica, sin embargo, lo más cercano fue un disparo de Adrián Aldrete.
Del otro lado hubo reacción. Édgar Méndez avisó y después llegó la magia. Del banquillo llegó la solución. Braian Samudio ingresó y tardó un poco más de 10 minutos para ser determinante. El paraguayo disparó de lejos, el balón tomó velocidad y venció al portero Julio González. El Rayo cayó de forma inesperada, pero letal.
Pumas intentó, Dinenno ingresó, pero ya nadie pudo hacer nada. Los felinos cayeron por segunda ocasión consecutiva y su luz en el torneo se apaga.
