México vivió una noche de pesadilla en el SoFi Stadium y cayó ante Venezuela, por lo que ahora se vislumbra Argentina en los cuartos de final
Miguel Ángel Mújica / ESTO.- La opción más clara del futbol pudo darle a México ante Venezuela un punto que podría valer oro. Orbelín Pineda se plantó con tranquilidad, aunque su disparo se escurrió con dirección del arquero Rafael Romo, el héroe de la noche. La selección mexicana cayó en el peor momento ante Venezuela y tendrá que cambiar su rostro ante Ecuador si quiere estar en la siguiente ronda. ¡Así no se puede!
Lozano hizo los cambios que se anticipaban desde antes. Carlos Rodríguez y Luis Romo acompañaron a Luis Chávez en el centro del campo. Las modificaciones parecieron venirle bien al Tricolor, sobre todo con un pase largo del jugador del Dynamo de Moscú que Santi dominó a la perfección. Giménez encaró a Romo, pero no pudo definirla.
El equipo de todos aprovechó el descaro de Julián Quiñones por la banda. El ex jugador del América recorrió por la izquierda con seguridad. Uriel Antuna quiso imitarlo, sin éxito. El inicio alentador se terminó con el primer intento de Salomón Rondón. El zapatazo del Rey pegó en el palo.
El juego comenzó a caer en intensidad mientras las faltas surgieron. Físicamente la vinotinto se vio mejor. Los choques y las segundas jugadas fueron todas para el cuadro sudamericano, que soportó un par de arribos de Quiñones y Giménez.
CÉSAR MONTES SALIÓ CON MOLESTIAS DEL VENEZUELA VS MÉXICO.
El descanso trajo una nueva lesión que sacudió a los verdes. El nuevo capitán no pudo continuar en el encuentro. César Montes fue sustituido por Israel Reyes. Las ayudas defensivas fueron prioridad y Quiñones cometió el error que cambió todo.
Julián quiso detener a Bello, aunque se equivocó, estiró de más el pie y terminó por derribar al volante del Mazatlán. La presión no se comió al Rey Salomón. Julio le habló, se quiso meter en su mente, todo fue fallido. El disparo del capitán Vinotinto fue directo a la red.
Lozano no encontró respuestas. Jimmy volteó a su tableta, también con sus asistentes y decidió mandar a Vega y Memote al campo. Venezuela se defendió con clase, mandó hasta a seis defensores en los últimos momentos.
La presión se intensificó un disparo pegó en la mano de uno de los zagueros sudamericanos. Después de varios minutos, la revancha perfecta llegó para México… ¡Penalti!
Orbelín Pineda tomó la pelota. El del AEK de Atenas no podía fallar. La mirada la enfocó a la derecha del arquero Romo. El silbatazo sonó y no cambió de decisión. Un disparo suave, que buscaba colarse en la portería, terminó en la mano derecha del portero, quien la sacó con buena técnica.
México no se levantó del mazazo. Martínez y el Chino Huerta tuvieron la oportunidad de cambiar todo en el agregado. La falta de puntería dejó a México con la derrota. No hubo más en Los Ángeles, la obligación está en la espalda de un Tricolor que debe de derrotar a Ecuador o se irá a casa en la primera ronda.