La petrolera mexicana tiene el pasivo más alto en 13 años y un panorama desafiante.
Ciudad de México.- Petróleos Mexicanos (Pemex) cerró 2024 con una deuda de 506 mil millones de pesos con sus proveedores, el nivel más alto en 13 años, según el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO). Este aumento del 37.4% respecto a los 368.3 mil millones de 2023 ha generado una crisis en la cadena de suministro, afectando a múltiples empresas del sector energético y provocando movilizaciones en estados petroleros.
Mientras la deuda crece, la producción de crudo y gas natural sigue en declive. Durante 2024, la extracción petrolera cayó un 6.5%, situándose en 1.485 millones de barriles diarios, mientras que la producción de gas se redujo un 8%, alcanzando los 4,572 millones de pies cúbicos diarios. A pesar de una inversión de 370.6 mil millones de pesos, esta sigue por debajo de los niveles de 2022, lo que pone en duda la capacidad de Pemex para revertir su caída productiva.
El futuro de Pemex se vislumbra complicado, con una presión financiera creciente y la urgencia de estabilizar sus operaciones. La combinación de una deuda elevada, menor producción y dificultades de pago a proveedores plantea desafíos que requerirán medidas estratégicas inmediatas para evitar una crisis aún mayor en el sector energético nacional.