Como parte de la exhibición en MARCO Sintonías Inestables, Noé argumenta a través de su obra un tema histórico donde la barbarie fungió de protagonista por muchos años.
“He decidido enfocarme en una historia que no se observa en el mapa de nuestro comúnmente relato histórico, ya que no se encuentra en la formación que obtenemos en nuestras escuelas y es importante dar a conocer que somos herederos de una historia de esclavitud bastante fuerte donde nuestros pueblos originarios en el momento de la conquista fueron esclavizados y forzados a salir en barcos y otros tantos explotados en las minas.”
Monterrey, Nuevo León.- El artista originario de Morelia presenta una propuesta contundente al mostrar el tiempo en la historia de la colonia haciendo un análisis de jerarquías reivindicando la identidad de los pueblos originarios, especialmente de nuestros antepasados con una mirada crítica interpretando el pasado y construyendo un presente a través de su arte.
A nivel conceptual el trabajo opera a partir de recuperar y de investigar toda una historia sobre la esclavitud en México. Cuando se ha pensado en este tema podemos ir a la historia y verlo como algo sucedido en la época virreinal y no como personas de pueblos originarios de nuestra nación siendo enviados hacia Europa y muchos otros tantos lugares.
El enfoque principal del artista es en el pueblo huasteco en particular todo lo sucedido en Veracruz a través del Río Pánuco en Tamaulipas utilizando además como recurso especial la hoja de oro, ya que fue un material empleado en los retablos de las iglesias barrocas de esa época, haciendo un guiño a la llegada de la religión católica a México como parte de la colonización.
Tuvimos la oportunidad de acercarnos a este creador y mantener una breve charla donde nos compartió ampliamente sobre el tema de su exposición.
Cabe mencionar que Martínez es egresado de la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda, y actualmente es un reconocido artista a nivel internacional exhibiendo en recintos como el Museo de Arte Rose de Boston y el Museo de Arte Contemporáneo de Chicago entre muchos otros espacios de gran importancia.
¿Cómo fue que nació este proyecto?
“Para mí es un tema muy personal, ya que básicamente me dediqué por más de 8 años a rastrear lo que sucedió con mis ancestros. Mi familia es originaria de una comunidad huasteca de San Luis Potosí y la primera vez que encontré la mención histórica más antigua de nuestra comunidad que es Coxcatlán fue en un acta de esclavitud y esto finalmente a mí me cambió mucho el panorama de mi identidad, de mi pasado y de cómo me iba a relacionar con mi memoria, así que encontrar la primer mención del territorio de tu familia en un documento de salida de cien esclavos reconfiguró mi esquema de pensamiento y mi forma de ser artística.
La primera parte exhibida es una serie de pinturas que tiene por un lado un símbolo huasteco que era un tatuaje que estaba en el cuerpo de los esclavos y sobre él está puesta en hoja de oro una letra alfabética que es la inicial que se marcó en el cuerpo de los esclavos cuando regularmente se marcaba en la frente, en la mejilla, en el hombro y en la espalda, por lo que cada pintura es la metáfora de un cuerpo. Deshumanizado y como solo un recurso de la explotación.
¿Por qué la hoja de oro?
Es el material con el que se adornan los retablos y las imágenes religiosas y elegí trabajar con él para que sea evidente en una obra la representación de un sistema de explotación.
Las pinturas están hechas por ambos lados y en la parte de atrás pueden encontrar una serie de gráficas basadas en el siglo XVI donde se muestra como se extraía el oro en el caribe, que era el lugar a donde eran enviados los esclavos saliendo del puerto de Pánuco en Tamaulipas hasta llegar a Santo Domingo y a donde se encontraban los ríos que arrastraban residuos de oro en los primeros años de la colonia.
Hay una serie de reproducciones en metal también incluyendo las primeras marcas que se hicieron a los esclavos integrando signos gramaticales que se repiten, se reconfiguran y de alguna manera interrogan al pasado.
¿De qué nos habla esta serie de 6 pinturas?
Nos habla de un testimonio histórico de seis episodios como la destrucción de puertos para miel o simplemente la destrucción de una cultura ya que no hay una imagen como tal, solo archivos y de alguna forma es la manera de levantar la voz y compartir estos hechos históricos olvidados del siglo XVI en la región del Pánuco.
También hay una serie de dibujos elaborados sobre una reproducción del testamento de Nuño de Guzmán quien fue gobernador de la provincia y esclavista al menos documentado de mayor magnitud en México, en Nueva Galicia, Guadalajara, Guerrero, Michoacán y sobre ese testamento se encuentran símbolos huastecos con tinta china y letras de metal con la R de rescate y la G de guerra que fueron las primeras marcas en los esclavos en sus mejillas y en sus frentes.
¿Cuánto tiempo te tomó llevar a cabo este proyecto?
Documentándome al menos unos 8 años y trabajando en las obras alrededor de un año.
¿Qué fue lo que más te impactó en el transcurso de estos 8 años de investigación?
Hay un momento que fue estar en Sevilla en el Archivo General de Indias y tener en las manos cerca de mil documentos y cada uno incluyendo una lista de personas que salieron de su país involuntariamente. Ahí fue cuando me di cuenta que estaba tocando con mis manos el destino de miles de personas que tuvieron un nombre y pude comprender la magnitud.
Es como si encontraras hoy la lista del padrón electoral.
Todas esas personas fueron llevadas en barcos como fuerza de trabajo.
¿Cuál fue aproximadamente el lapso de tiempo en que se estuvo llevando a cabo esta situación de acuerdo a la información que recolectaste?
Está documentado como muy preciso entre 1530 hacia 1690 que es donde fue el periodo de explotación de las minas, después se perdieron un poco los registros, pero encontré una mención en 1890 de una esclava de Pánuco descrita con los tatuajes que llegó a un puerto en Francia en un barco holandés.
¿Tienes de alguna forma la intención de seguir con este proyecto moviéndolo a otros espacios educativos como las escuelas?
Siempre me lo pregunto, pero al final de cuentas yo no soy historiador, soy artista y esto es algo que me urge decir, pero si hay un trabajo formal de generar documentos ya que trabajé con un equipo de historiadores que me apoyaron con toda la información recabada.
Sé que, en este momento, el arte juega un papel muy importante en la educación, ya que te enteras muchas veces de las cosas a través de una película, un documental o una exposición y creo que ese momento es privilegiado en el arte y para los artistas.
Es una responsabilidad muy grande y sé que solo puedo con esa responsabilidad antes de seguir con un proyecto para escuelas.
Creo que las escuelas educan, pero los museos educan muchísimo. En lo personal mucha de mi educación ha sido ahí porque desafortunadamente existen muchos huecos en la educación en México y creo que todo eso lo pude llenar con los museos, ya que ahí aprendí mucho de historia universal, de las civilizaciones, de nuestros maestros alfareros, tejedores y estos conocimientos son poderosos.
Muchas veces, aunque sea un encargo de la escuela a un niño a venir a un museo, hay un aprendizaje valioso y con esa responsabilidad si puedo ahorita. Concluyó el artista sonriendo.
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