Los Tigres de la UANL se metieron al estadio Jalisco y le propinaron una goleada de escándalo al Rebaño Sagrado.
Guadalajara.- La fiesta rojiblanca en el Jalisco fue empañada por todos lados. El regreso de Chivas a su antigua casa no fue el esperado. El grito homofóbico contra Nahuel Guzmán, el regreso del Chicote Calderón tras su castigo, que no gustó no un poco a la afición, y el resultado adverso ante Tigres con humillación incluida. Parecía un día con una celebración completa para los locales, pero terminó en un caos inolvidable. 0-4 final.
El Rebaño Sagrado quiso imponer condiciones en su antiguo hogar. Ese sentimiento al regresar a casa se sintió por todos lados, tanto en el campo de juego como en la tribuna. El equipo se contagió, pero no le alcanzó para la generación de peligro.
Tigres aguantó, no se esperaba tal ambiente, pero eso lo motivó en patio ajeno. En su primera oportunidad abrieron el marcador y no perdonaron las fallas en la zaga rojiblanca. Un balón largo no pudo ser despejado por Sepúlveda. El Pollo Briseño tampoco supo controlarlo y Luis Quiñones aprovechó para robarlo y cederlo en el área a un goleador nato. Nicolás Ibáñez recibió y definió ante la tardía salida del Wacho. Los felinos se encargaron de bajar la intensidad rojiblanca.
Guadalajara no tuvo de otra y trató de arriesgar. Roberto Alvarado fue el hombre de talento que hizo algo distinto, pero tampoco fue suficiente. Los tapatíos buscaron el empate, tocaron por cada lado, empujaron el partido hacía su lado, pero fueron incapaces de ponerle cifra al marcador.
Después el show se lo llevó Nahuel, pero no por sus atajadas. El portero felino se equivocó y lo que pudo marcarse como penalti se canceló porque el balón salió antes. En ese momento la afición se metió con el Patón y apareció el grito homofóbico, que hasta detuvo el partido por reglamento. Eso empañó el partido en la Calzada Independencia.
En el complemento, los de casa salieron con la intención de emparejar el duelo, pero los felinos marcaron de nuevo. La misma pareja. Quiñones e Ibáñez hicieron daño. El argentino remató de primera intención. Eso fue una losa muy pesada que fue imposible de alcanzar también por la actuación del Patón.
El Chicote ingresó y fue abucheado. El grito homofóbico siguió por parte de la afición local contra el Patón y eso fue lo más relevante para los rojiblancos, quienes poco a poco desaparecieron del campo. Chivas no pudo, recibió dos goles más de mexicanos. Diego Lainez y Marcelo Flores cerraron la goleada y Guadalajara ha puesto en peligro su boleto directo a Liguilla.