Aunque tuvo su estreno ayer en salas de EU, hoy se estrena en el resto del mundo esta secuela llena de minions y nuevos personajes que se apuntan para ser clásicos entrañables instantáneos.
Ciudad de México.- Mi Villano Favorito 4 es sorprendentemente una tragicomedia que toca temas maduros, como la crisis de la mediana edad. En esta entrega, el protagonista, con la voz de Steve Carell (y Andrés Bustamante en la versión para Latinoamérica), se ve reflejado en una joven villana en entrenamiento, cuya sed de maldad lo toma como modelo a seguir y superar. Gru, a su vez, ve en ella una versión de sí mismo que ha perdido con el tiempo.
La película, aunque podría profundizar en estas cuestiones más serias, opta por no hacerlo, evitando así volverse psicoanalítica al estilo de Pixar. Los detalles sutiles, como el paso del tiempo y los traumas no resueltos de Gru, son presentados de manera ligera y humorística. Sus hijas adoptivas parecen atrapadas en una infancia eterna, manteniéndolo atado a una vida familiar monótona.
Mi Villano Favorito 4 combina el pastelazo y la acción cómica con un protagonista que ha perdido su lugar en su universo. Antiguas némesis y nuevos enemigos se suman a la diversión llena de escenas alocadas. La película también parodia las comedias familiares y las temáticas de superhéroes de manera reconocible y entretenida para todos los espectadores.
El film sigue siendo un despliegue colorido de animación, con homenajes a los clásicos de los años setenta, y una explosión de humor a cargo de los minions. Aunque tienen menos protagonismo esta vez, aprovechan al máximo sus momentos, parodiando a Marvel y robando escenas con su comedia visual y verborrea ininteligible, recordando a Chaplin en ‘Tiempos modernos’.
Quizás no recordemos todos los detalles de Gru o por qué llegó a ser nuestro villano favorito, pero los minions, con su humor y carisma, se quedan grabados en nuestra memoria como los inigualables “oompa loompas” amarillos.