En un informe de 30 páginas, Ebrard afirmó que el diseño y la operación del proceso falló en todas y cada una de sus fases.
Roxana González | El Sol de México.- Para documentar el proceso interno de Morena, Marcelo Ebrard documentó un total de 63 irregularidades en la encuesta que dio el triunfo a Claudia Sheinbaum como la coordinadora de la Defensa de la Cuarta Transformación y quien los representará en las elecciones por la Presidencia, entre ellas la intervención directa del partido e incluso de instituciones como la Secretaría de Bienestar a favor de la exjefa de Gobierno de la Ciudad de México.
“En lugar de un libre examen de las cuestiones nacionales que interesan a los ciudadanos y que pudieran haber servido de vínculo a los distintos sectores de la revolución y aún a otros que hasta hoy han permanecido indiferentes a la vida pública de México, aunque altamente vinculados con la patría, se ha impuesto desde el primer momento, un intransigente y violento monopolio personalista, defensor de los intereses mezquinos y propiciador del continuismo de todos los elementos parasitarios que viven en torno a todos los regímenes”, afirmó el excanciller en un informe donde recopiló una serie de testimonios que utilizó como argumentos para exhibir las aparentes opacidades en la contienda interna.
De acuerdo con el documento de 30 páginas, la Comisión de Encuestas de Morena está comprometida no sólo por tener al frente a personas afines y militantes de Sheinbaum, también porque el diseño y la operación del proceso falló en todas y cada una de sus fases.
Entre las 63 irregularidades que presenta, acusa la participación de personas afines a la exjefa de Gobierno capitalina como Ivonne Cisneros en la Comisión Nacional de Encuestas y Rogelio Valdespino que estuvo como coordinador en distritos para el levantamiento de la encuesta.
“La intervención directa de la Secretaría de Bienestar en varios estados, como Jalisco; Baja California, Michoacán, CDMX, Edomex, Chiapas y Colima, comprometieron el proceso desde su inicio y tiene un impacto directo en el resultado del mismo”, señaló.
Además, indicó que “se tienen evidencias de que dicha participación antecede y continúa durante el proceso de la encuesta, agravando aún más su impacto”.
Expone en el texto que la participación de funcionarios públicos viola los acuerdos establecidos y aceptados por todos los aspirantes y pueden ser hechos constitutivos de delitos penales.
En este reporte se advierte, también, que dichas irregularidades llevaron a la anulación o cancelación de la encuesta en 36 secciones de la muestra de 250 seccionesque había sido acordada previamente por los aspirantes a un cargo que, en los hechos, equivale a la candidatura presidencial de Morena.
Por lo tanto, de los 2 mil 500 cuestionarios que se pretendía realizar para la encuesta, 360 dejaron de aplicarse, ya que cada sección contemplaba 10 cuestionarios.
“Todo quien se identifica con el movimiento de transformación tiene el deber moral de señalar lo que distorsione y desvíe el principio del ‘gobierno del pueblo’, pues lo que está en juego es ‘la Transformación de la vida pública de México’. Morena debe recordar su origen y finalidad última que es la revolución de las conciencias por una democracia verdadera”, advirtió.
Otra anomalía, agrega el documento, fue la publicidad a favor de Sheinbaum en algunas de las secciones, brigadas de la ex jefa de Gobierno volanteando antes de la encuesta, pese a que estaba prohibido el proselitismo y parcialidad de la Comisión de Encuestas.
“Los constantes cambios de secciones, la gran cantidad de urnas que serán invalidadas por fallas en el proceso, la cadena de custodia vulnerada y la filtración previa de muestras genera resultados inadmisibles”, subrayó.
Sin embargo, en su informe Ebrard reconoce que la encuesta “es un momento clave y tendrá un impacto trascendental más allá de los comicios del próximo año”.
“Independientemente del resultado, el proceso de la encuesta es un momento clave y tendrá un impacto trascendental en el México del Siglo XXI. La historia política de México se define por parteaguas, como el que se está viviendo hoy día, que dirigirá el rumbo y horizonte democráticos. Su resultado tendrá consecuencias más allá de la elección del 2024, definirá el México de los próximos 50 años”, señala el excanciller.
Con información de El Sol de México.