Este descubrimiento es resultado de una revisión sistemática que incluyó 14 estudios con una participación conjunta de más de 50 000 personas de nueve países diferentes.
Especial.- Aunque no conocemos de manera precisa el impacto de los videojuegos en nuestro cuerpo, pasar largas horas frente a la pantalla con auriculares puede causar un daño irremediable a nuestra audición. Los estudios sobre este tema son escasos, pero una reciente revisión ha consolidado los hallazgos de varias investigaciones y ha llegado a una conclusión.
Experiencia inmersiva pero peligrosa.
El sonido es una parte crucial de la experiencia de un videojuego, sin embargo, desconocemos su efecto en nuestra capacidad auditiva. Reducir el volumen no es suficiente, ya que la duración de la exposición también influye en cómo el ruido afecta nuestros oídos.
A medida que aumenta la intensidad del sonido, el tiempo seguro de exposición disminuye drásticamente. Por lo tanto, una sesión de juego de tres horas con el volumen al máximo puede causar daños más permanentes que una sesión de 15 minutos a la misma intensidad, según la investigación.
La revisión sistemática incluyó 14 estudios con una participación conjunta de más de 50 000 personas de nueve países diferentes. En ellos se evaluó la relación entre los videojuegos y la pérdida auditiva y/o el tinnitus, considerando diversas circunstancias de juego, como computadoras, consolas domésticas, juegos móviles, centros de juego y deportes electrónicos.
La Organización Mundial de la Salud establece que los adultos pueden tolerar de manera segura niveles de sonido de alrededor de 80 dB durante 40 horas a la semana. Sin embargo, al pasar el límite de los 90 dB (similar al volumen de una persona gritando), el tiempo de tolerancia se reduce a cuatro horas por semana antes de correr el riesgo de dañar la audición. Los oídos solo pueden soportar sonidos de 95 dB (equivalente al sonido de un motor de motocicleta) durante una hora y 15 minutos.
Crece la preocupación.
En uno de los estudios, el volumen promedio de los auriculares en cuatro juegos de disparos osciló entre 88.5 y 91.2 dB. En otro análisis, los sonidos impulsivos, como las ráfagas de ruido breves y fuertes que indican un disparo o un impacto, alcanzaron un máximo de 119 dB.
Por otro lado, un estudio sugirió que más de 10 millones de estadounidenses estarían expuestos a niveles de sonido «altos» o «muy altos» durante los videojuegos; mientras que otro informó que el uso de juegos aumenta la probabilidad de experimentar una pérdida auditiva autoinformada.
Los autores advierten que los jugadores que escuchan a altos niveles de sonido durante períodos prolongados corren el riesgo de sufrir pérdida auditiva permanente o tinnitus.
En resumen, parece que los niveles de volumen a los que algunos jugadores o lugares ajustan los sonidos de los juegos, junto con la cantidad de tiempo que muchos pasan jugando, son suficientes para causar algún daño auditivo.