Cruz Azul se encuentra al borde de la eliminación luego de perder contra los Xolos de Tijuana en el estadio Caliente.
Rubén Beristáin /ESTO.- Todos los antecedentes están en contra de Cruz Azul. El equipo cementero buscará la hazaña en el estadio Ciudad de los Deportes de remontar un marcador adverso de tres goles sobre Xolos para clasificar a semifinales del Apertura 2024, sin embargo, como líder histórico de 17 fechas en la Liga MX hay un par de recuerdos que no lo benefician y que ponen a Tijuana como otro de los posibles villanos que destruyen torneos cortos de fase regular y que están registrados como los mejores.
La Máquina está cerca de sufrir la maldición del superlíder de 42 puntos o más. En el pasado, los dos clubes que ostentaron la mayor cantidad de puntaje en la historia quedaron eliminados por el octavo lugar de la clasificación. Con el 0-3 en su contra, los celestes tendrán que hacer algo épico en casa, o al menos repetir el 3-0 que le propinó a los canes aztecas en la tercera fecha, para no terminar como otro líder eliminado en cuartos.
Cruz Azul eliminó al líder en el Clausura 2004.
La última vez que un equipo sumó un torneo de 42 unidades fue en el Clausura 2004, cuando se disputó el torneo a 19 fechas. Jaguares de Chiapas sorprendió con una fase regular casi perfecta y en cuartos de final se enfrentó a Cruz Azul que accedió a Liguilla gracias al repechaje. Los cementeros ganaron el partido de ida 2-1 con autogol de José Gutiérrez y uno más de Luciano Figueroa, mientras que en la vuelta el mismo Lucho y Chelito Delgado pusieron dos goles más a la cuenta celeste, que fue alcanzada por los sureños con tantos de Gilberto Mora y Damasceno, sin embargo, el global finalmente favoreció a la visita con un 3-4 final.
América, otra víctima de la maldición del liderato.
Las Águilas sumaron 43 puntos en el Apertura 2002. En búsqueda del bicampeonato, América llegó como líder a la ronda de cuartos de final, aparte de que instauró la mayor marca de unidades en torneos cortos (en 19 fechas), sin embargo, en la fiesta no pudo con el octavo invitado que sumó 26 unidades.
Santos Laguna llegó como la víctima perfecta, pero 180 minutos después se convirtió en el verdugo azulcrema. En la ida todo terminó igualado 3-3 en la Comarca Lagunera, pero la vuelta en el estadio Azteca fue de pesadilla para el equipo local. Jared Borgetti y un autogol de Germán Villa pusieron contra las cuerdas a los americanistas, quienes ya no pidieron reaccionar a pesar del gol de Cuauhtémoc Blanco casi en los últimos minutos.