La destacada portavoz de la ciencia es alumna de posgrado en la Universidad Johns Hopkins
Carolina M. Payán | El Heraldo de Chihuahua.- La joven científica Katya Echazarreta, bien podría ser llamada la mujer del año en México, al convertirse en la primera mexicana en viajar al espacio y que cuya historia es digna de contarse, al representar los ideales de millones de personas que buscan prosperar en una tierra que no es la suya. Empecemos por el desconocimiento del idioma, pocos recursos económicos y muchos retos encima; una realidad para quienes persiguen el sueño americano.
Es el caso de la joven tapatía Katya Echazarreta de 27 años, que se une a la progresiva lista de mexicanos que están haciendo historia mediante grandes aportaciones en la carrera espacial en la compañía espacial estadounidense NASA, como lo hiciera en su momento Rodolfo Neri Vela, el primer astronauta mexicano en ir al espacio y el segundo latinoamericano en alcanzarlo, Dorothy Ruíz Martínez, operadora de vuelo y diseñadora de cohetes, Yair Israel Piña, el investigador más joven en ser reclutado por la NASA con 20 años de edad, Ali Guarneros Luna, de las primeras mujeres científicas hispanas en trabajar en el Centro de Investigación de la NASA o Carmen Victoria Felix Chaidez, la primera mexicana en participar en las misiones análogas de Marte entre otros.
Personas que pavimentaron el camino para que otros interesados en los viajes espaciales pudieran hoy como Katya, entre otros hispanos, unirse a los nombres de otros legendarios profesores, estudiosos y astronautas como Neil Amstrong, Arnaldo Tamayo o Carl Sagan, respectivamente, cuya obra marcaría el precedente para el estudio de la Tierra y su evolución hacia el futuro.
No obstante, el día en que Echazarreta se proyectó fuera de la atmósfera, no lo hizo sola, sino acompañada de los anhelos y sueños familiares en hombros, ya que cuando Katya despegaba en el cohete New Shepard NS-21 de Blue Origin, la compañía de Jeff Bezos, entre sus pertenencias se encontraba una fotografía y cenizas -de su abuelo-, quien falleció el año pasado perdiendo la oportunidad de ver a su nieta en el espacio y a la cual siempre solicitaba que le mandara saludos en sus diferentes conferencias y videos en redes sociales, tal y como compartió ella misma recientemente en un reel de medio minuto, en su cuenta de TikTok, con más de 1.2 millones de seguidores.
“Recuerdo cuando tenía 8 años de edad y me daba miedo ir a la primaria, porque no sabía inglés.” Expresó la actual ingeniería eléctrica y presentadora del programa ‘Mission Unstoppable’ de la cadena estadounidense CBS; quien pasó de ser una niña tímida al fondo del salón de clases a la aspirante electa por Space of Humanity, para abordar el cohete ‘Blue Origin’, del multimillonario Jeff Bezos.
Entre sus talentos están las de ser una excelente portavoz de la ciencia, por medio de su estilo ameno en donde explica todo tipo de fenómenos ligados a este y otras áreas de estudio, siendo su cuenta de TikTok, la más seguida por niños y jóvenes latinos en su mayoría, así como ser una figura representativa para mujeres de diferentes contextos sociales quienes ven en Echazarreta una fuente de inspiración gracias a su historia de atrevimiento, esfuero y migración.
No obstante, antes de alcanzar al espacio en un vuelo de 10 minutos, al cual viajó a más de 3 mil 200 km/h y superó los 100 km de altitud, a bordo del New Shepard, fue empleada de McDonald’s ganando 11 dólares la hora, -siendo su aportación económica el sustento principal de su casa, a la par de tener que estudiar para poder ingresar a San Diego City College.
Hoy la destacada científica es alumna de posgrado en la prestigiosa Universidad Johns Hopkins, demostrando que las barreras no existen.
“Cuando pude ver por la ventanilla la faz de la Tierra, me faltaron palabras para describir lo majestuosa que es y lo mucho que debemos luchar por ella. Es nuestra casa y la estamos destruyendo”. Cumpliendo así el sueño de su infancia, cuando esta anhelaba con ver el manto estelar a los 7 años de edad.
Hoy, 20 años después, la doctora en ciencias mexicoamericana tiene por planes trabajar junto con varios organismos internacionales para desarrollar programas de protección al medio ambiente, fomento de las ciencias entre las niñas y jóvenes para que así como ella.
“Mi mayor deseo es que más niñas aspiren a una formación en ciencias, su perspectiva sí hace la diferencia”.
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