Cinco cosas para conocer más sobre la chía y una receta sencilla y saludable utilizando esta semilla.
Especial.- La chía (salvia hispánica) es una planta cuya semilla formaba parte de la dieta sana en la cultura prehispánica de México.
Desde los tiempos precolombinos, la chía ha sido consumida y ha desempeñado un papel fundamental en las ceremonias religiosas. México produce alrededor de 7 mil toneladas de chía cada año.
Los estados mexicanos principales productores de semillas de chía son Jalisco, Puebla y Sinaloa, y se dice que una cucharada de estas semillas era suficiente para que un guerrero azteca tuviera energía durante 24 horas.
En la lengua maya, la palabra “chía” significa fuerza. El estado mexicano de Chiapas lleva este nombre en honor a esta semillita, que significa “En el río de la Chía”. Jalisco es el principal productor de semilla de chía en México, con una producción anual de más de 6 mil toneladas.
La chía es una fuente rica en omega 3 que ayuda a controlar la presión arterial y el colesterol, con cinco veces más calcio que la leche entera y dos veces más potasio que el plátano. El 88 por ciento de la producción de chía se lleva a cabo en municipios de los Altos de Jalisco.
La forma más común de comer chía es mezclando las semillas con agua, jugo o algún alimento líquido, pero también puede ser agregada al yogur o la ensalada y molida se puede combinar con harina para preparar un pastel. La chía está considerada, por su bajo costo de producción y alto valor nutricional, un alimento del futuro.
Pudín de chía, el desayuno saludable de moda.
Te contamos la manera sencillísima de preparar el famoso pudding de chía, pudín de chía o “Chia pudding”.
Ingredientes.
- Semillas de chía, 1 cucharada sopera colmada.
- Leche, 100 ml. Puedes utilizar de almendra o cualquier tipo de leche.
- Fruta al gusto.
- Azúcar, opcional.
Antes de acostarnos ponemos las semillas de chía en un vaso, echamos la leche por encima y removemos para mezclar. Si usamos algo para endulzar, también lo ponemos ahora.
Tapamos el vaso con plástico y dejamos reposar en el refrigerador.
Por la mañana lo sacamos del refrigerador, cortamos un poco de fruta, la ponemos por encima y ya está. En invierno, para que no esté muy frío, puedes meterlo 10 segundos en el microondas a 800 W, lo justo para que no esté helado.
Resulta muy saciante gracias a su alto contenido en fibra soluble por lo que es un desayuno muy ligero que ayuda a bajar de peso..
Aunque el pudín de chía es la forma más fácil de consumir estas semillas, lo cierto es que hay infinidad de platos en los que podemos utilizarlas, ya que apenas aportan sabor y permiten crear texturas muy interesantes. Pude usarse a la hora de aportar un toque crujiente si las empleamos sin hidratar, por ejemplo en ensaladas o en recetas de panes, de la misma manera que usaríamos otras semillas como las de girasol.
Si las hidratamos, como en el caso de este budín de chía, la textura varía completamente ya que absorbe un gran volumen de líquido, adquiriendo una textura densa, cremosa y ligeramente gelatinosa similar a la de un flan o unas natillas, lo que la hace perfecta para espesar sopas, cremas, batidos de frutas, etc.
¡Provecho!