Recorte masivo en la agencia de asistencia internacional genera polémica.
Washington.- El gobierno de Donald Trump anunció que todos los empleados de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), excepto líderes y personal esencial, serán puestos en licencia administrativa remunerada, y 1,600 puestos en EE.UU. serán eliminados. Esta medida es parte de un esfuerzo liderado por el Departamento de Eficiencia Gubernamental, dirigido por Elon Musk, para reducir significativamente la agencia encargada de la asistencia exterior de EE.UU.
El recorte ha sido objeto de controversia. Mientras algunos consideran que USAID representa un gasto innecesario, otros advierten que su eliminación debilita la influencia de EE.UU. en el extranjero. Una jueza federal permitió que la administración procediera con la medida, lo que representó un revés para los sindicatos de empleados gubernamentales. Exfuncionarios de USAID estiman que la mayoría de sus 4,600 trabajadores quedarán en licencia administrativa.
Críticos, como la exfuncionaria Marcia Wong, advierten que esta reducción afectará la capacidad de respuesta ante crisis globales, como brotes de enfermedades y desplazamientos masivos de población. USAID ha sido clave en la entrega de ayuda humanitaria y la estabilización de zonas en conflicto, un papel que podría verse gravemente afectado por los recortes.
Desde su llegada al poder, Trump ha congelado la asistencia exterior, deteniendo programas de lucha contra el hambre y enfermedades mortales. Aunque la administración ha aprobado excepciones por $5,300 millones, la mayoría se han destinado a seguridad y lucha contra el narcotráfico, dejando menos de $100 millones para programas humanitarios, frente a los $40,000 millones que manejaba anualmente antes del congelamiento.