La suspensión del jefe Noe Castillo desata conflicto legal y cuestionamientos políticos.
Rio Grande City, Texas.- El jefe de policía de Rio Grande City, Noe Castillo, presentó una demanda contra la ciudad tras ser suspendido por presunta “mala conducta grave”. Castillo alega que la Comisión de la Ciudad violó la Ley de Reuniones Abiertas de Texas al discutir asuntos relacionados con su empleo sin previo aviso adecuado. La demanda busca anular la suspensión y evitar futuras deliberaciones a puerta cerrada sobre su posición. Su abogado, Jay Peña, sostiene que la falta de transparencia afecta tanto a Castillo como al público.
La controversia surge en un contexto político tenso. Castillo, quien también forma parte de la junta escolar local, se enfrentó a Ediel Barrera en una elección previa, derrotándolo por menos de 300 votos. Dos años después, Barrera se convirtió en comisionado de la ciudad y asumió un rol clave en las decisiones administrativas. Peña argumenta que la suspensión de Castillo es un movimiento político por parte de la nueva administración, que buscaba razones para despedirlo. Sin embargo, el alcalde Gilberto Falcon niega motivaciones políticas, señalando problemas en el sistema de agua de la ciudad como una posible causa de la suspensión.
El manejo del agua ha sido otro punto de conflicto. Durante el periodo en que Castillo sirvió como administrador de facto de la ciudad, se reportó la pérdida de casi un millón de dólares en agua no contabilizada. Falcon atribuye el problema a medidores defectuosos, pero la falta de acción previa y las tensiones políticas han alimentado el debate. Mientras tanto, Castillo espera que la investigación esclarezca su situación laboral y su reputación.