A pesar de los esfuerzos por controlar la inflación, algunos factores podrían impedir una reducción significativa en el corto plazo.
Estados Unidos.- La inflación subió un 3% en enero, marcando su cuarto mes consecutivo de aumento. Este incremento se debe, en gran parte, al alza en los precios de los alimentos y la energía, lo que podría complicar los esfuerzos para reducir la inflación. La tasa mensual de inflación fue del 0.5%, el mayor aumento desde agosto de 2023. Además, la inflación subyacente, que excluye alimentos y energía, creció un 0.4%, alcanzando su nivel más alto en diez meses. Ambos indicadores se mantienen por encima del objetivo del 2% establecido por la Reserva Federal.
El costo de los alimentos mostró un incremento notable en enero, con productos como los huevos aumentando un 15.2%, el tocino un 4.1% y el pescado un 1.6%. Sin embargo, algunos productos, como los cereales y el pan, registraron una ligera disminución en sus precios. Por otro lado, los precios de la gasolina aumentaron un 1.8%, impulsados por el temor a nuevas tarifas comerciales que podrían encarecer el petróleo. Aunque el alquiler ha comenzado a moderarse, sigue representando una gran parte del aumento general de los precios.
A pesar de los esfuerzos por controlar la inflación, algunos factores podrían impedir una reducción significativa en el corto plazo. El mercado laboral sigue siendo fuerte, y sectores como los seguros de automóviles y la atención médica continúan experimentando aumentos en sus costos. Además, la reintroducción de aranceles a las importaciones por parte del presidente Trump podría generar un repunte en los precios en la segunda mitad del año. Se estima que estas tarifas añadirán medio punto porcentual a la inflación en 2025, dejándola en un 2.8% para diciembre.
Ante este panorama, la Reserva Federal ha optado por mantener las tasas de interés sin cambios y probablemente lo hará en su próxima reunión de marzo. Algunos economistas consideran que las tarifas solo provocarán un aumento temporal de los precios, lo que permitiría que la inflación vuelva a su tendencia a la baja en 2026. Sin embargo, otros advierten que estos aranceles podrían generar un efecto en cadena que mantendría la inflación elevada por más tiempo, lo que dificultaría los recortes en las tasas de interés a lo largo del año.