El llamado Padre del Rock mexicano falleció este sábado a los 80 años, dejando un legado que impactó a distintas figuras de la industria
Belén Eligio / El Sol de México.- “Como la figura definitiva del rock mexicano es como se recordará a Javier Bátiz, el rockero mexicano fallecido este sábado, a los 80 años de edad, tras varios meses alejado de los reflectores.
Creció en el seno de una familia musical, y según recordaba, solía cantar desde los cuatro años. Su hermana mayor colaboraba con tríos famosos, entre ellos, Los Panchos, y en su hogar se escuchaban las canciones de Pedro Infante y Jorge Negrete.
Sin embargo el blues fue el género que lo llamó. Gracias al trabajo de artistas como Jimmy Reed y Elmore James en su juventud comenzó su carrera tocando en tardeadas y eventos pequeños en su natal Tijuana, donde la noticia de su talento comenzó a correrse entre el público.
Ya encaminado con el éxito, en los sesenta llegó a la Ciudad de México con tan sólo 17 años, y ahí se sumó a la agrupación Los rebeldes del rock, en sustitución de Johnny Laboriel.
Una vez en la capital comenzó a incursionar en el cine. Participó en 30 películas como “Ya sé quién eres” (1971), “La mansión de la locura” (1973) y “La taquera picante” (1990). Durante su paso por esas filas conoció a figuras como Tin Tan, Clavillazo, Eulalio González “Piporro” y Adalberto Martínez “Resortes”.
El fotógrafo de conciertos Fernando Aceves expresó a El Sol de México que la influencia de Javier Bátiz “fue definitiva en lo que consideramos como el rock mexicano, y tuvo muchas variantes durante su historia”.
En el ámbito musical, “El brujo” se presentaba en los parques de las alcaldías y en distintos cafés de la capital, incluyendo en el reconocido “La fusa” y “Terraza casino”, y tras algunos años de tocar en esos lugares fundó su propio establecimiento llamado “Harlem”, inspirado en su pasión por la escena neoyorquina y su sueño de tocar los bares de blues en Nueva York.
““Fue el más importante de México que había de rock and roll, porque estaba yo ahí”, recordaba Bátiz en su charla con la Secretaría de Cultura de Baja California. Sin embargo, su camino se vio entorpecido por la persecución de la que fue víctima en los años 70, como parte de la represión que vivió el rock por parte del gobierno.
Todo comenzó desde 1969 cuando se presentó en un concierto al aire libre en la Alameda Central, y posteriormente en 1971 intentó formar parte del Festival Rock y Ruedas de Avándaro, el cual fue satanizado por los medios de comunicación de la época, aunque debido a la gran afluencia de gente, Bátizno logró llegar al escenario.
“Fue una demostración de civismo, de hermandad y de respeto. Avándaro dejó muchas cosas buenísimas, pero obviamente nadie las cubrió, porque había un mandato de quitar el rock and roll”, mencionaba el artista en una entrevista otorgada a El Sol de Tijuana en 2021, disponible en su canal de YouTube.
Sin embargo, continuó su camino, siempre rodeado de figuras internacionales como Jim Morrison (cuando The Doors vino a tocar a México a finales de los 60) y Carlos Santana, quien ha reconocido en varias ocasiones que su estilo está inspirado en el trabajo de Bátiz.
“Santana fue uno de sus maestros, una de las personas que lo encausó en la guitarra, pero su legado va más allá de eso. Representaba más allá de la música, por la persona que fue, un personaje que dejó una gran influencia en el rock”, señaló Fernando Aceves.
Su carrera musical se conforma por más de 20 discos, entre sus temas más reconocidos se encuentran “La casa del sol naciente”, “Si estuvieras aquí”, “El vuelo del ángel”, “La montaña”, “Qué me das tú” y “Sé mi baby”.
Su último trabajo fue un disco de regional mexicano, titulado “Porque quiero, porque puedo y porque se me da la gana”, el cual se lanzó este mismo año.
“Quedará como una referencia en el movimiento de rock mexicano, para conocerlo habrá que revisar su legado, sus canciones y videos, todo lo que sea posible tener a la mano”, apuntó Aceves.
Sus últimos meses los pasó alejados de la vida pública, pues desde su diagnóstico de cáncer de próstata, ingresó en numerosas ocasiones al hospital, y falleció rodeado de su familia, según informó su esposa en redes sociales:
“Queridos amigos y familia, para informarles que nuestro adorado y querido, mi esposo Javier Bátiz trascendió el día de hoy. Su legado y su música quedan para la eternidad. Te amo amor mío. Vuela alto mi ángel”, escribió Claudia Madrid.