Un estudio revela el papel del hierro en el envejecimiento y su relación con el cáncer.
Ciudad de México.- Aunque el riesgo de cáncer aumenta entre los 60 y 70 años debido a la acumulación de mutaciones genéticas, después de los 80 años comienza a disminuir. Un reciente estudio en ratones con cáncer de pulmón identificó que esta reducción está relacionada con una proteína llamada NUPR1, que afecta el metabolismo del hierro en las células madre alveolares (AT2), responsables de regenerar los pulmones y, a menudo, de formar tumores.
En ratones mayores, NUPR1 limita el hierro disponible en las células, restringiendo tanto su regeneración como el crecimiento tumoral. Experimentos en humanos han demostrado que este mecanismo es similar: niveles elevados de NUPR1 dificultan el crecimiento celular, mientras que al reducir esta proteína o aumentar el hierro, las células recuperan su capacidad de desarrollo. Este hallazgo abre nuevas posibilidades para tratar enfermedades relacionadas con el envejecimiento y el cáncer.
Además, el estudio señala que las células más viejas son menos vulnerables a tratamientos basados en ferroptosis, un tipo de muerte celular inducida por el hierro, lo que sugiere que estos enfoques serían más efectivos en pacientes jóvenes o en etapas tempranas de la enfermedad. También destaca la importancia de adoptar medidas preventivas desde la juventud, como evitar el tabaquismo y la exposición excesiva al sol, ya que los daños tempranos tienen impactos más duraderos.
Aunque aún queda mucho por investigar, estos resultados, publicados en Nature, subrayan la necesidad de personalizar tratamientos según la edad y otros factores. Este avance promete revolucionar los enfoques terapéuticos contra el cáncer y mejorar nuestra comprensión de cómo el envejecimiento influye en el desarrollo de enfermedades.