Científicos analizaron datos para mostrar cómo ciertos tipos de fenómenos meteorológicos futuros empeorarán problemas médicos concretos en la población.
Especial.- La disminución de las tasas de natalidad es motivo de preocupación, ya que las parejas jóvenes enfrentan varios inconvenientes antes de decidir ser padres. Un nuevo estudio ha añadido otro factor a considerar: el cambio climático, que tiene efectos perjudiciales en la salud, incluido el riesgo de parto prematuro.
Un panorama preocupante.
La investigación revisó 163 estudios de salud en todo el mundo, revelando cómo la salud infantil se ha deteriorado como resultado del cambio climático. Se estima que actualmente 600 millones de personas viven en áreas con temperaturas no ideales para los humanos, una cifra que podría llegar a 3 mil millones para finales de siglo.
Las temperaturas extremas asociadas con el cambio climático han aumentado el riesgo de parto prematuro en un 60%. Esto ha resultado en un incremento de bebés nacidos prematuramente, que requieren hospitalización y sufren enfermedades respiratorias, poniendo a los más vulnerables de la sociedad en mayor riesgo de muerte.
Corey Bradshaw, ecólogo global de la Universidad Flinders, afirmó: «Hemos analizado los datos para mostrar cómo ciertos tipos de fenómenos meteorológicos futuros empeorarán problemas médicos concretos en la población».
Consecuencias del cambio climático.
El aumento de partículas y alérgenos en el aire debido a eventos climáticos como incendios forestales, sequías y estaciones irregulares está afectando significativamente a las enfermedades respiratorias y a los resultados perinatales, como el peso al nacer, el índice Apgar, y la morbilidad y mortalidad perinatal.
Por otro lado, 39 estudios han demostrado que los cambios de temperatura también son un factor importante, siendo el nacimiento prematuro el resultado más común asociado con la exposición a temperaturas extremas. Otros efectos incluyen bajo peso al nacer, cambios en la edad gestacional, ruptura prematura de membranas e incluso pérdida del embarazo.
En cuanto a los contaminantes del aire, 16 de 20 estudios encontraron algún efecto en los resultados de salud infantil. Al menos 7 estudios diferentes informaron que el incremento de las concentraciones de partículas en el aire coincidió con un aumento en el número de niños que acudían a los departamentos de urgencias de los hospitales con problemas respiratorios.
Los autores señalan que los problemas de salud infantil identificados dependen de los extremos climáticos: los fríos extremos dan lugar a enfermedades respiratorias, mientras que la sequía y las precipitaciones extremas pueden provocar un retraso en el crecimiento de una población.
Para proteger a los niños actuales y futuros, se necesita desarrollar políticas de salud pública que aborden estas enfermedades relacionadas con el clima, además de esfuerzos para reducir el cambio climático antropogénico, dado que los costos sociales y financieros seguirán aumentando a medida que avance el cambio climático.