El exfuncionario actualmente está cumpliendo una condena de 20 años por cargos de distribución internacional de drogas
Aurora Rocha | El Sol de México.– Con antecedentes de narcotráfico y desaparición forzada, Edgar Veytia, conocido como El Diablo, es el primer exfuncionario mexicano que será testigo en el juicio de Genaro García Luna y hará su primera declaración este martes.
Veytia actualmente está cumpliendo una condena de 20 años tras declararse culpable de cargos de distribución internacional de drogas en la corte federal de Brooklyn, Nueva York, en enero de 2019.
De no haber aceptado un trato, el exfuncionario se habría enfrentado a cadena perpetua por la conspiración internacional para fabricar y distribuir heroína, cocaína, metanfetamina y marihuana, en violación del título 21 del Código de EU.
¿Quién es El Diablo?
Edgar Veytia se desempeñó como fiscal del estado de Nayarit de 2013 a 2017 durante el sexenio de Roberto Sandoval, tiempo en el que, de acuerdo con la investigación de autoridades estadounidenses, se dedicó a ayudar al narcotráfico.
Durante su juicio en Nueva York, la Fiscalía presentó sus pruebas, en ellas se explicó que desde enero de 2013 Veytia utilizó su posición como fiscal general del Estado para ayudar e instigar a las organizaciones de narcotráfico para que operaran en Nayarit a cambio de dinero.
El gobierno de EU aseguró que gracias a que El Diablo era responsable de las autoridades estatales mexicanas podía proteger las actividades de tráfico de drogas relacionadas con la distribución dentro de Estados Unidos.
También se alegó que utilizó su posición para obstruir las investigaciones y procesamientos de narcotraficantes en México, incluida la liberación ilegal de acusados y el bloqueo de la detención de otros traficantes.
El Diablo con los Beltrán Leyva
Además, de acuerdo con una investigación de la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB), Edgar Veytia tenía una estrecha relación con el Cartel de los Beltrán Leyva.
En este informe se señala que la estructura criminal comenzó con la creación de la Policía Nayarit en 2011, después, el 22 de enero de 2013 la Procuraduría General de Justicia del Estado pasó a ser una Fiscalía y más tarde, en septiembre de 2015, la función de seguridad pública con un “mando único”.
Estos cambios permitieron que Veytia tuviera en sus manos a los Policías Municipales y Estatales, mismos que puso al servicio de las células criminales, al igual que armas, vehículos, un helicóptero y tanquetas.
En esta investigación se encontraron momentos claves que permiten entender la relación de Roberto Sandoval Castañeda y de Edgar Veytia con el crimen organizado, el primero comprende el periodo 2011-2016 y el segundo se identifica en 2017.
En el primer periodo la dupla Sandoval-Veytia, pacta con el Cartel de los Beltrán Leyva para operar a su favor. EI Diablo los ayudó a “limpiar” la zona a cambio de 5 millones de dólares.
Para este trabajo los Beltrán Leyva también se aliaron con Los Zetas. En ese tiempo Veytia creó la Policía Nayarit, cuyos efectivos encapuchados los puso al servicio de los dos grupos delincuenciales y brindó seguridad a los capos, Héctor Beltrán Leyva, al H2 y al Chapo Isidro.
La alianza entre la FGEN y el gobierno del Estado se rompe luego de que el Cartel de los Beltrán Leyva participó en un ataque contra el Ejército en Sinaloa.
Por su capacidad operativa, El Chapo lsidro mantenía cerca al H2, quien operaba varios grupos en dicho Estado. En septiembre de 2016 lideró en Culiacán la emboscada a un convoy del Ejército en la que murieron seis militares y ocho más resultaron heridos, convirtiendo al H2 en un objetivo militar.
Las autoridades estatales con las que había estado coludido el H2 vendieron la plaza al Cártel Jalisco Nueva Generación, quienes, en febrero de 2017, dieron a conocer su ubicación a la Marina y tras la “Operación Barcina”, el H2 y siete de sus sicarios fueron abatidos, entre ellos, su segundo al mando, Daniel Silva Gárate alias el H9.
En informe establece que apenas unos meses después de la muerte del H2 y el H9, el grupo de Los H se dispersó y surgieron dos nuevas células, una encabezada por el excomandante de la policía Nayarit, Luis Antonio Torres Valdivia y otra por Yahir Patrón, hijo de Patrón Sánchez, el H2.
A principios de septiembre de 2017, se presume que grupos armados de los Beltrán Leyva le advierten al CJNG que harán una limpia de los “extorsionadores” del grupo vinculado con Veytia, se cree para vengar la muerte del H2, por lo cual se observa un incremento de desapariciones forzadas en Nayarit.
Con información de Crys Benítez
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