El expresidente, después de ganar las primarias en New Hampshire, se encuentra a un paso de la nominación de su partido para participar una tercera vez por la Casa Blanca.
Estados Unidos.- A Donald Trump le bastaron solo las elecciones primarias de dos de los 50 estados para demostrar que el Partido Republicano no tiene otra opción que él después de ocho años de su primera candidatura. Este martes, después de ganar las primarias en Nueva Hampshire, el expresidente está a punto de asegurarse ser el candidato republicano a la presidencia por tercera vez al hilo.
Su única competidora, la exgobernadora de Carolina del Sur y exmebajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas Nikki Haley, intentó sin éxito venderse como una alternativa ante el “caos” que han representado las presidencias de Trump y del demócrata Joe Biden, de acuerdo con su opinión.
Trump “sencillamente no está al mismo nivel que en 2016. Creo que estamos viendo algo de ese declive”, pero por encima de todo “el caos lo persigue”, declaró a la CBS.
Aunque los votantes de Nueva Hampshire suelen inclinarse por opciones más centristas que otros estados, la mayoría de los votantes han elegido al expresidente, que ha llegado a radicalizar incluso su discurso en temas como migración y seguridad.
Trump aventajó a Haley con casi seis puntos porcentuales para esta segunda primaria a pesar de que está procesado en varios casos, incluido uno por presuntamente haber intentado alterar los resultados de las elecciones de 2020, que ganó el demócrata Joe Biden.
Haley le felicitó por su victoria en este pequeño estado del noreste, donde cuenta con numerosos partidarios, pero afirmó que “la carrera está lejos de haber terminado”.
“El secreto peor guardado de la política son las ganas que tienen los demócratas de enfrentarse a Donald Trump”, dijo en New Hampshire, después de que las proyecciones la dieran como perdedora. “Una nominación de Trump es una victoria de Biden”, añadió.
La retirada el domingo del gobernador de Florida, Ron DeSantis, considerado tiempo atrás como el principal rival conservador de Trump, redujo la batalla a un duelo, que se anuncia muy desigual.
Trump cuenta con una base de seguidores fieles y ganó hace una semana las primarias de Iowa el 15 de enero con una enorme ventaja sobre DeSantis (segundo) y Haley (tercera).
El exmandatario presumía más temprano de encuestas en su red Truth Social y volvió a referirse a Haley por el apodo que le puso: “cabeza hueca”. Considera que no es “lo suficientemente dura (…), lo suficientemente inteligente (…), lo suficientemente respetada”.
Incluso en el bando demócrata, se reconoce que la victoria de Trump es inminente.
Los resultados confirman que “Donald Trump tiene casi asegurada la nominación del Partido Republicano, y que el movimiento MAGA, que niega las elecciones y se opone a la libertad, ha completado su toma de control”, dijo en un comunicado el equipo de campaña de Biden, en alusión al lema “Hagamos a Estados Unidos grande de nuevo” (Make America Great Again).