Reseña sobre el segundo día en Pa’l Norte 2024.
Monterrey, Nuevo León.- Para el segundo día del festival ya estaba algo cansado, pero la emoción por todo lo que estaría haciendo servía como analgésico para mi dolor de espalda. Comencé el día en el escenario Fusión Telcel con Depresión Sonora, el proyecto del cantante español Marcos Crespo, que con su música post-punk puso al público a cantar y moverse al ritmo de sus canciones.
Al terminar, me quedé a ver las primeras canciones de La Garfield antes de caminar hasta la otra punta del parque para ver a Clubz y agarrar un buen lugar para tomar fotos de Latin Mafia. Clubz dio un muy buen show, la gente se veía muy emocionada cantando sus canciones, y más aún cuando llegaron sus invitados especiales: NSQK, Disco Bahía y Girl Ultra.
Al terminar, algunas personas del público fueron a otros escenarios, pero la mayoría más bien quería acercarse para ver a Latin Mafia. Iban a dar apenas las cinco de la tarde, pero la multitud ya me había empujado y estábamos todos apretados enfrente. Faltaba todavía media hora para que comenzara el concierto y sentía el aire pesado por todas las personas que estábamos ahí. No voy a mentir, esa media hora se me fue muy lento, entre el calor, la falta de aire, y el cansancio por el día anterior sentía que ya tenía que descansar, pero ya faltaba relativamente poco y estaba ahí enfrente, entonces decidí quedarme para por lo menos tomar fotos y escuchar las primeras canciones antes de llegar al área de prensa. Finalmente inició el show y todos se emocionaron mucho. Con su sentido del humor y buena música pusieron a todos a cantar y bailar sus canciones.
Después de unas canciones decidí irme a descansar, pero cuando me volteé para irme me di cuenta de lo difícil que iba a ser eso con toda la gente que quería acercarse y no se movía incluso cuando me veían que me quería salir. Tuve que irme de poco a poco, pero finalmente hubo un espacio donde la gente no estaba amontonada y pude caminar más tranquilamente entre la gente para llegar a donde iba.
Llegué justo a tiempo porque al entrar a la zona de prensa me di cuenta de que estaba la rueda de prensa de Louis Tomlinson, completamente llena de gente. Me quedé a escuchar y después fui a sentarme, tomar algo y a comer algo que me había guardado mi equipo de trabajo. Me quedé ahí un rato descansando porque ya estaba agotado. Se había pospuesto la rueda de prensa de Latin Mafia, pero después de un rato pasaron. Fue muy interesante escucharlos hablar sobre su proceso creativo. Respondiendo una pregunta sobre la variedad de estilos en sus canciones mencionaron que dentro de su proceso buscan géneros muy diferentes a lo que ellos hacen y buscan cómo se haría una canción de ese tipo al estilo Latin Mafia, tomando algunos elementos y haciendo algo nuevo. También mencionaron al responder una pregunta sobre las portadas de sus sencillos que, para crearlas, ponen su música y dibujan lo que la música les hace sentir, y que a partir de ahí hay veces que surgen personajes y otras en las que sale algo más abstracto, pero que en general es un proceso muy automático, de creación intuitiva.
Después de eso fui al show de NSQK, que de igual forma se llenó bastante. Él tocó en el escenario Club Social Kia y le quedó chico el espacio con toda la gente que fue y que cantó sus canciones a todo pulmón. Fue la segunda vez que lo veía en vivo y ambas veces creó un muy buen ambiente y contagió al público con una gran energía.
Al terminar ese show, le quedaban un par de canciones a Humbe, entonces me fui rápido a ver qué alcanzaba. En esas últimas tres o cuatro canciones pude ver lo bonito que estaba el ambiente, tranquilo, muy emotivo, y con el escenario decorado con lo que parecía un jardín sacado de un sueño. En un momento incluso salió un mariachi para tocar una canción con él, y el público estaba muy conmovido. Fue un momento muy bello que contrastó con lo siguiente que vi después de ir por mi cena.
El show de Turnstile fue algo surreal para mi por varias razones. Para empezar, el público estaba muy prendido. Cuando llegué, el show ya había comenzado, había un moshpit enorme y la energía de la banda era increíble. Comencé a tomar fotos. Para esto, yo llevaba un banquito para poder tomar mejores fotos desde el público, ya que puede ser un problema que cuando la gente sube los brazos o su celulares tapan las fotos, y también cuando los escenarios son muy altos. Para no estorbar, trato de usar el banquito solo de forma esporádica. El resto del tiempo lo tengo enfrente de mí con un pie encima. Mientras tomaba fotos de esta manera, dos personas que querían pasar vieron el espacio enfrente de mi (sin darse cuenta de mi banquito ni mi pierna recargada en él) y se tropezaron con el banquito los dos, uno después del otro. Cuando quise re acomodar me di cuenta de que estaba roto. Un poco agüitado porque lo acababa de comprar dos días antes para el festival, me cambié de lugar para agarrar un ángulo distinto para mis fotos. Mientras pasaba, mi hombro rozó con el de alguien más, y cuando volteé para disculparme, vi su cara y me di cuenta de que era el mismísimo Marcos de Depresión Sonora, disfrutando del concierto junto con su banda. Al terminar el show me acerqué para saludar y pude conocer a toda la banda, e incluso al ingeniero de sonido.
Con mi banquito roto, me fui a sentar enfrente para agarrar un buen lugar para cuando comenzara Young the Giant. Atrás de mí logré escuchar a alguien diciendo que era la segunda vez que los vería en vivo. También había unas chicas a un lado de mi que estaban muy emocionadas por verlos. Llegó un punto en el concierto en el que los tres estaban abrazados disfrutando las canciones. Igualmente fue un concierto emocionante y emotivo, y al terminar, era hora de regresar a casa.