Con su sangre, Xóchitl Gálvez firma compromiso para no desaparecer programas sociales

Xóchitl Gálvez repentinamente se pinchó un dedo para que su sangre la dejara como testimonio en el papel donde firmó.

Javier Divany / El Sol De México.- Irapuato, Guanajuato. Ante unas 25 mil personas en el estadio “Sergio León Chávez” de los freseros de Irapuato, la candidata de la coalición Fuerza y Corazón por México, Xóchitl Gálvez, firmó ante notario público “un pacto de sangre” para no desaparecer los programas sociales y los apoyos a la población.

Minutos antes de que terminara su discurso, pidió subir a un notario público para llevar a cabo la firma de su compromiso y repentinamente se pinchó un dedo para que su sangre la dejara como testimonio en el papel donde firmó.

Banderas, azules del PAN, rojas del PRI y amarillas del PRD, ondearon en el estadio de Irapuato en apoyo a Xóchitl Gálvez y su compañera de equipo Libia, para presidenta de la República y gobernadora, respectivamente, en donde niños, mujeres, hombres y adultos gritaban “presidenta, presidenta, presidenta”.

Habitantes de Santiago, Cortázar, León, Irapuato, Celaya, Guanajuato, San Miguel de Ayende, Apaceo el Grande, entre muchos otros municipios se dieron cita en el estadio de los freseros de Irapuato, para apoyar al dúo azul que ofrece mejorar las condiciones del país.

El estadio se encontraba al cien por ciento de su capacidad, más de 25 mil personas, coreaban “Xóchitl, Xóchitl, Xóchil, presidenta, presidenta, presidenta”.

Los líderes del PAN, Marko Cortés y del partido PRD, Jesús Zambrano, estuvieron presentes en apoyo del arranque de campaña de Xóchitl, quien faltó fue el líder del PRI, Alejandro Moreno, quien no se ha juntado con sus otros dos aliados desde aquel momento en que el líder del blanquiazul exhibió una lista de acuerdos no cumplidos por el PRI, en Coahuila.

Por la mañana en su conferencia de prensa en Aguascalientes, Xóchitl había anunciado que no estarían los dirigentes nacionales del PAN, PRI y PRD, y que para ella, solo pedía que cada quien hiciera su trabajo, pero no reconocía que las diferencias entre los líderes le afectaban en su campaña.