La iniciativa de su construcción demandó varios miles de pesos y con apoyo de la universidad se cristalizó el proyecto.
Miguel Díaz / El Sol de Tampico.- Son 11 estudiantes de la carrera de Ingeniería en mecatrónica de la Universidad Tecnológica (UT) de Altamira diseñaron y construyeron Orión, el cohete experimental que en sus lanzamientos de prueba ha alcanzado una velocidad de 907 kilómetros por hora; sueñan con llegar a SpaceX junto a Elon Musk.
En más de un año han trabajado en el proyecto, hasta cristalizar este artefacto con un peso de dos kilos y 200 gramos, esto aún cuando la universidad no cuenta con la especialidad en ingeniería aeroespacial.
El equipo lo integran: Oscar Arturo Ruedas Hidalgo, David Arón Cortés Márquez, José Leonardo Quintos Guardado, Juan Francisco Domínguez Martínez, Erick Osorio Alvarado, Alán Benajmín de los Santos Córdova, José Roberto García Estrada, Dante Mora Maya, Gael Garcia Delgado, Emmanuel Cruz Ramos y Josué Gutiérrez García, seleccionados desde que cursaban sexto cuatrimestre.
Son orientados por los maestros de la carrera de mecatrónica, Oscar Martínez Hernández, Edgar Alberto González Morales y Mariana Centeno, así como la química Rocío del Alba Mendoza Castillo.
Los futuros ingenieros tienen diversas habilidades en la programación electrónica, digital y química, con lo que pudieron conformar el cohete experimental.
“Para lograr el proyecto se creó un programa Aeroespacial Universitario en la Universidad Tecnológica de Altamira y de aquí, junto con los estudiantes, surgió la idea de elaborar el cohete Orión”, explicó el catedrático Oscar Martínez Hernández..
El talento de los universitarios va más allá de las aulas, pues a pesar de que no cursan la carrera de ingeniería aeronáutica, diseñaron y fabricaron las piezas que conforman este artefacto con la finalidad de transportar y lanzar un objeto, en este caso un pequeño satélite.
“Tenemos mucho talento en la Universidad Tecnológica de Altamira y afortunadamente se logró el propósito”, explicó el profesor Edgar Alberto González Morales.
Con Orión participaron en el Encuentro Mexicano de Ingeniería en Cohetería Experimental (Enmice), realizado en Chihuahua, al que se inscribieron 114 escuelasde las que fueron seleccionados 53 y de esas solo ocho proyectos, incluida la UT de Altamira, participaron al cumplir los requisitos de la Asociación de Ingeniería en Aeronáutica Civil para poder volarlo.
“Afortunadamente nosotros logramos ese propósito, sin tener experiencia, solo empuje y el propósito y por eso quedamos en sexto lugar”, agregó.
Es un proyecto único en Tamaulipas.
Orión es considerado un proyecto único en Tamaulipas, al ser la primera universidad que desarrolla pruebas de este tipo.
“Este es un proyecto único que se desarrolla por primera vez una Universidad en Tamaulipas, como es la Tecnológica de Altamira que ha comenzado a experimentar el tema de cohetería, que demanda ciencia y tecnología, participamos en el lanzamiento del cohete a un kilómetro de distancia, controlado, que registra datos y regresa mediante un sistema electrónico”, informó el rector de la UT Altamira, Juan Dionisio Cruz Guerrero.
Tiene una longitud de dos metros y sus creadores lograron colocarse entre los seis primeros lugares en la categoría de Lanzamiento con Carga Útil (LCU).
Midieron fuerza con representantes de la Universidad Nacional Autónoma de México(UNAM), el Instituto Politécnico Nacional (IPN), el Instituto Tecnológico de Monterrey (ITESM), la Universidad de Guadalajara (UDG), la Universidad de Puebla y otras con la carrera de Ingeniería Aeronáutica.
“Queremos que la gente sepa que en Altamira se está desarrollando ciencia y tecnología, con alumnos de la carrera mecatrónica que han hecho un fuerte impulso gracias a sus maestros”, agregó el rector.
¿En qué consiste el cohete Orión?
Orión fue diseñado para lanzarlo por medio de una inmersión química para que desde el aire envíe datos mediante sensores para su control, así como soltar el objetivo que transportaba, en este caso un pequeño satélite, todo apoyado por un sistema automatizado desde tierra.
“Todos los que conformamos este proyecto iniciamos con un sueño, hicimos las pruebas de aerodinámica, y afortunadamente a pesar de no llevar la carrera de ingeniería aeronáutica, combinamos la mecatrónica y la química de una forma muy cuidadosa para elevar el cohete, elaborando así el software de manejo, ventaja que tuvimos sobre los otros competidores”, explicó el estudiante Juan Francisco Domínguez Martínez.
En la competencia que participaron en Chihuahua se encontraron con equipos de hasta 50 integrantes, “nosotros éramos once, apoyados por nuestros asesores, pero supimos colocar los circuitos y chips, elaboramos nuestro propio software”, agregó Domínguez.
El costo y construcción del proyecto demandó varios miles de pesos, trámites, pago de desplazamiento, hospedaje, alimentación y otros factores que lograron con el apoyo de la UT, catedráticos, estudiantes y sus padres.
Tras la competencia y un año de pruebas, los estudiantes afirman estar satisfechos al haber lanzado su primer cohete experimental.
“Es un trabajo muy gratificante, lleva mucho esfuerzo, elaboración de cartuchos, mezclas, ver como se ha ido consolidando, un ensayo de algo grande que pudiera desarrollarse en fecha próxima”, agregó Oscar Arturo Ruelas Hidalgo.
Sueñan con trabajar en SpaceX.
A los estudiantes tamaulipecos les gustaría asistir a la agencia espacial SpaceX, propiedad de Elon Musk, quien desde la costa sur de Texas, justo frente a Matamoros, ha hecho varios lanzamientos de su cohete Starship, con el que pretende que el hombre regrese a la luna e incluso llegue a Marte.
“Tenemos todo el entusiasmo de seguir aprendiendo en el ámbito aeroespacial y somos entusiastas de ir a trabajar con Elon Musk a presenciar los lanzamientos de sus cohetes para seguir aprendiendo y nosotros poder participar”, resaltó Oscar Arturo Ruedas Hidalgo.
Reconoció que en los primeros trazos no pensaron llegar tan lejos, “pues en la zona no hay antecedente de estos equipos, no había la guía, empezamos a prueba y error, de cero, fuimos varios los que diseñamos este sueño, que fuimos experimentando los logros, alcances y cumplimos la meta”.
“Lo que nos hace más orgullosos de este trabajo es la manufactura, que fue hecha en Altamira, la parte de propulsión es muy riesgosa, el empleo de la electrónica y una serie de químicos es de nosotros y nuestros maestros”, agregó Juan Francisco.
Orión está en fase de prueba, por lo que desde la Universidad Tecnológica de Altamira seguirán aplicando estudios y avances para llevarlo cada vez más alto y, si los sueños siguen lográndose, poder presenciar un día su lanzamiento desde una base espacial.