Presentando su más reciente álbum discográfico y ejecutando una antología de sus más emblemáticos temas, la banda de rock atmosférico nos sumerge en su ambiente onírico en el Showcenter Complex la noche del 1 de Marzo.
Monterrey, Nuevo León.- Con destellos de luz pulsando desde un pilar en el centro, la penumbra ensoñadora se abrió mientras escuchamos el diálogo entre la conciencia y el guardián a manera de introducción al jardín al que Camilo Séptimo nos recibe. De inmediato somos sumergidos en la atmósfera etérea que ha construido la banda con su sonido bailable onírico y cargado de nostalgia eléctrica. Después de abrir con los temas “No Digas Nada”, “No Confíes en Mí” y “Ser Humano”, Manuel “Coe” Mendoza, vocalista de la banda, nos da la bienvenida, “Es un gusto estar de vuelta en Monterrey y ver más y más Navegantes en este Jardín de las almas”.
Siguieron otros deleitables cortes como: “Pulso”, “Miénteme”, “No Te Puedo Olvidar”, “Como Tú” en los que los acordes y letras imaginados por Jonathan Meléndez (teclados), Erik Vázquez (guitarra) y el mismo Coe liberan una sutil energía eléctrica y bailable que nos envuelve como en un sueño activo; la misma voz que armoniza tan bien con la música suena como si su vida misma estuviera emanando con susurros en su canción.
Cada canción es un tema esperado para estos fervientes navegantes convocados esta noche. Sus letras, que todos nos sabemos y coreamos, hablan de experiencias amorosas, de nostalgia, añoranza, anhelo y pérdida, parte de la paradoja en la que nos ubica Camilo Séptimo donde los recuerdos generados son lastimosos, pero placenteros y suavizados por las melodías rítmicas y cadenciosas.
Durante el tema “Vueltas” grandes esferas blancas y negras descienden y flotan sobre el público creando una atmósfera aún más etérea. Al presentar “Galáctica” Coe abrió su corazón para hablar de como esta canción la escribió para su papá “que está en el cielo”, según nos dice y de cómo otras personas se han identificado por haber estado en la misma situación de pérdida. “Se me cierra la garganta”, dice Mendoza visiblemente emocionado y continua, “el mejor momento para decir y expresar lo que sentimos es ahora y no cuando (nuestros seres queridos) estén ya allá arriba”.
Antes de presentar “Veneno”, el vocalista sentenció “Gracias por su vibra y energía. Ha sido una noche increíble. Con esta canción nos despedimos”. Todos gritaban un unísono: ¡”NO”! Al concluir la canción las luces se apagan y unos minutos después de haber salido la banda, es como si de nuevo empezara el concierto. Con pulsaciones de luz y tonos que recuerdan la secuencia sonora en la película “Encuentros Cercanos del Tercer Tipo” se escuchan los reconocibles acordes del legendario corte “Contacto”. Le sigue “Eco”, “Eres”, y todos nuevamente tan eufóricos como si los estuvieran viendo salir a cantar por primera vez. La esperada canción “Vicio” se alarga y contiene un falso final solo para retomar de nuevo por un compás más que a todos vuelve a prender. Ya pasada la medianoche, la velada termina con “Inevitable” y el recuerdo que nos deja Camilo Séptimo de “no solo alimentar el mundo material sino el espiritual. Esperamos que se lleven de nosotros esa energía y mensaje a esta nuestra nave espacial llamada tierra”.
Para conocer más de esta gran banda, visita tu página oficial: https://www.camiloseptimo.com.