El compositor clave para el grupo californiano The Beach Boys, murió a los 82 años, dejando un legado con el que revolucionó la manera de hacer música.
Luis Valdovinos / El Sol de México.- Murió el músico que le dio vitalidad y frescura al sonido pop. Brian Wilson, fundador del grupo The Beach Boys y creador de canciones como “California Girls”, “Fun, Fun, Fun” y “Surfin’ U.S.A” dijo adiós a los 82 años.
A través de sus canciones, Wilson creó un mundo de fantasía teniendo a California como escenario principal: el sol, el mar, las fiestas, una vida juvenil sin preocupaciones, que él junto con los integrantes de The Beach Boys parecían protagonizar.
Pero su realidad era otra, el músico que inspiró a Paul McCartney o Stevie Wonder, tuvo una vida en la que sufrió agresiones físicas por parte de su padre, y enfrentó enfermedades mentales como la esquizofrenia, que le diagnosticaron a los 25 años, cuando estaba en el pináculo de su carrera.
Su historia musical inició en su época adolescente, cuando junto con sus hermanos pequeños Carl y Dennis Wilson, su primo Mike Love y su amigo Al Jardine, formaron en la secundaria lo que se convertiría en The Beach Boys.
“Lo vamos a extrañar, fue un genio”, reconoce Leonel García. “Fue de las pocas personas que puso a pensar a The Beatles si estaban haciendo lo correcto”, comentó el músico mexicano.
“Hizo discos que pasaron a la historia y que todos deberíamos tener en nuestra discografía. The Beach Boys eran espectaculares. (Brian) Nos dejó mucho. Le tocó una vida peculiar de muchos sube y bajas, pero fue un genio que vamos a extrañar porque es de estas mentes que funcionan de una manera distinta”, consideró.
Una fiesta que terminó rápido.
Temas alegres con música festiva convirtieron la propuesta musical de The Beach Boys en la favorita de la juventud de la década de los sesenta, convirtiéndose en la banda estadounidense más vendida del mundo. Cuando a finales de 1962 lanzaron “Surfin’USA”, eran los músicos del momento.
Pero dos años después, durante un vuelo a París, Brian Wilson sufrió un ataque de pánico. De personalidad introvertida, siempre pegado a su piano para transformar sus inquietudes en música, no era un amante del escenario, abandonó las giras y el estudio se convirtió en su casa.
Vino entonces la época de la experimentación con la drogas, ingirió LSD y compuso todas las melodías del que sería el álbum más importante del grupo “Pet Sounds” (1966), considerado uno de los mejores de todos los tiempos y que queda como muestra de su trabajo revolucionario en la música como productor, arreglista y compositor.
“Es un disco del que me siento muy orgulloso. Incluso las tomas descartadas fueron buenísimas. Siempre me emociono cuando se descubre algo nuevo de aquella época. No puedo explicarlo, pero escucharlo de nuevo siempre es genial”, dijo Wilson a Vice en 2016, a propósito del 50 aniversario del disco.
Para el álbum, que incluyó los temas “God only knows” y “Wouldn’t it be nice”, el músico pudo trabajar sin restricciones creativas, gracias a la confianza que le otorgó Capitol Records.
El resultado fueron canciones hechas con capas sonoras y con el uso de instrumentos poco convencionales para la época en el género del pop, por ejemplo el theremin, el clavicordio y el ukelele.
Además, grabó en cuatro estudios diferentes y en sesiones individuales con cada uno de los músicos, que luego se unieron con las voces y coros de todos los integrantes del grupo.

Su vida dio un giro.
Así, cambió la forma de producir música pop, haciendo de ella un éxito comercial, que si bien al principio no fue así, actualmente la banda ha vendido más de 100 millones de discos.
El material fue tan visionario en su época que inspiró a otros artistas, por ejemplo a The Beatles, quienes admitieron que sin “Pet Sounds” no hubiera existido su disco “Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band”.
“Brian es un genio viviente de la música pop. Al igual que The Beatles, expandió las fronteras de la música popular”, mencionó en su momento el productor de los británicos, George Martin; mientras Paul McCartney llegó a mencionar que “la educación musical de nadie está completa hasta que ha escuchado ‘Pet sounds’”, en el que dejaron atrás la fiesta californiana para mostrar un mundo melancólico de experiencias agridulces.
El legado de Brian Wilson dio para muchos más álbumes con la agrupación californiana y también como solista, cuando en 1988 publicó su material “Brian Wilson”, con el que regresó de una etapa de distanciamiento debido a sus problemas de salud mental.
En 2002, retomó “Smile”, un proyecto que empezó a componer junto con Van Dyke Parks, pero que dejó en pausa por su depresión y adicción a las drogas. Rescató el material primero en concierto y luego en un disco.
Sus últimos años, Brian Wilson estuvo afectado por la demencia y fue puesto bajo tutela en mayo de 2024