En la opinion de Rogelio Romero
La alianza política entre el candidato guinda a la gubernatura de Tamaulipas, Américo Villarreal Anaya y la ex alcaldesa de Reynosa, Maki Ortiz, tendrá como consecuencia el descarrilamiento definitivo del candidato oficialista César Augusto Verástegui Ostos.
La principal razón para sostener esta hipótesis se basa en que Reynosa representa el 25% del padrón electoral estatal y, en el hecho de que las fuerzas políticas que ahora se han unido en la frontera tamaulipeca a Villarreal Anaya, tendrán un peso crucial y definitivo en las elecciones del próximo 5 de junio.
A esto se adhiere también la figura política del ex alcalde reynosense el priista Oscar Lubbert, cuya influencia dentro de la elite política fronteriza es importante, sobre todo entre los miles de miembros de su partido que siempre estuvieron en desacuerdo con la alianza que PRI-PAN signaron.
A tres semanas de que se defina la contienda electoral por la gubernatura de Tamaulipas, Américo Villarreal Anaya, sigue sumando voluntades y a grupos políticos cansados del desastre administrativo, económico y social en que la actual administración panista tiene sumido al estado.
Aunado a ello la enorme crisis de inseguridad que se padece y los presuntos actos de corrupción que se achacan al gobierno panista.
La declaración de Américo hecha en Matamoros la semana pasada de que si llega a ganar las elecciones además de convertirse en gobernador de Tamaulipas, y que durante su administración no habrá impunidad para nadie, calaron hondo en el gobierno de Francisco García Cabeza de Vaca.
La guerra mediática desatada contra su candidatura no tuvo resultados, fue un nuevo fracaso de mapaches y pitonizos agoreros del desastre, solo unificaron más a las fuerzas morenistas.
A tres semanas de que concluya el proceso electoral y con la proximidad de los cierres de campaña, veremos desfilar por Tamaulipas a algunas de las figuras políticas nacionales del partido guinda, por lo pronto ya lo hizo el canciller, Marcelo Ebrard, quien estuvo presente este pasado domingo en Reynosa apoyando a Villarreal Anaya.
La otra figura política de Morena, Claudia Sheinbaum, está por confirmar su agenda de visita a la entidad tamaulipeca, con el fin de acudir a es uno de los cierres de campaña.
Por lo que respecta al panista Verástegui Ostos, ni la presencia de Margarita Zavala o Marko Cortez le trajo beneficio político alguno, dicen los grillos que ya no lo calienta ni el sol por los caminos que recorre durante su itinerario de campaña.
Y menos tras la última encuesta que publicó el diario capitalino El Universal que señala que un 72% de la población quiere que otra fuerza política dirija los destinos del estado.