Los huesos, vendidos en una tienda y por internet, fueron identificados como de origen arqueológico y pertenecientes a varias personas.
Florida, Estados Unidos.- Una investigación de 15 meses culminó con el arresto de Kymberlee Schopper, de 52 años, quien fue acusada de vender restos humanos en su tienda Wicked Wonderland y a través de Facebook Marketplace. Entre los objetos ofrecidos estaban fragmentos de cráneos, costillas y una clavícula, alcanzando un valor total de 850 dólares. Su socia, Ashley Lelesi, también enfrenta cargos y una orden de arresto pendiente.
Las autoridades comenzaron a investigar tras una denuncia sobre la venta de huesos humanos en redes sociales. Al visitar la tienda, Lelesi admitió haber comercializado restos durante años, alegando ignorancia sobre la ilegalidad del acto. La policía confiscó varios huesos, y el análisis forense determinó que algunos tenían origen arqueológico y pertenecían a diferentes individuos.
Pese a que las acusadas intentaron recuperar los restos alegando su uso educativo, la ley en Florida prohíbe la venta de restos humanos. La evidencia recopilada llevó a la conclusión de que Schopper conocía la naturaleza de los objetos y los vendía conscientemente, tanto en línea como en su negocio físico.