A falta de dos jornadas, Tigres todavía tiene posibilidades de quedarse con el liderato del torneo que le pertenece al América
Álvaro Zaldaña / ESTO.- Los regiomontanos se han cansado decir que su Clásico Regio es el mejor partido que se puede ver en la Liga MX, y puede que no se equivoquen. En un juego dramático, con ritmo frenético y que tuvo hasta cinco expulsiones, Tigres remontó en los últimos minutos a Rayados para llevarse la victoria por 2-1 en el Universitario y así meterse de lleno a la pelea de liguilla directa.
Sin Sergio Canales por segundo partido consecutivo, pero con Sergio Ramos de vuelta tras cumplir su partido de suspensión, Martín Demichelis volvió a mover sus titulares con la entrada de Jordi Cortizo en lugar de Óliver Torres, además del “Corcho” Rodríguez para acompañar al ex del Real Madrid en la central en vez de Stefan Medina.
El Clásico Regio no tuvo peligro en la primera mitad
El planteamiento de los visitantes se le indigestó a la línea de cinco con la que Guido Pizarro ha insistido desde que colgó los botínes para asumir de entrenador, pero que no le ha funcionado del todo. Rómulo, Purata y Joaquim, centrales felinos, tuvieron problemas de coordinación en la zona baja. Tanto así que Rayados se quedó cerca de abrir el juego con una oportunidad que Germán Berterame abanicó, y otro tiro de Lucas Ocampos que se estrelló en la defensiva.
Tigres respondió con un riflazo de Juan Brunetta al travesaño y un tiro-centro de Uriel Antuna que Esteban Andrada apenas y pudo despejar con los puños. Adrenalina pura se vivió en los primeros minutos del Clásico Regio 140, pero el gol se negaba a llegar.
Pese al ritmo frenético y con importante desgaste físico, el marcador no se abrió sino hasta inicios del complemento, gracias a que Diego Lainez derribó en el área a Nelson Deossa, en lo que el “Gato” Ortiz consideró como una oportunidad manifiesta de gol. De paso, quien alguna vez fuera considerada promesa del futbol mexicano se fue expulsado por doble amarilla. Después, una guerra mental exhibió en el Universitario.
El show de Nahuel Guzmán en el penal contra Sergio Ramos
Sergio Ramos se paró en el manchón penal con la mirada de un cazador apunto de obtener a su presa, mientras que Nahuel, fiel a su estilo único, se puso de espaldas sobre la línea. La primera vez que volteó para ver al campeón del mundo en Sudáfrica 2010, este le advirtió que, si quería, le picaba el balón a lo Panenka, a lo que que el portero simplemente soltó una sonrisa. Cuando el silbante pitó, el ex “Merengue” definió lento, sin presión y pegado al poste para abrir el marcador.
Curiosamente, Tigres jugó mejor con uno menos. Brunetta y Antuna hicieron trabajar de más a un Andrada que no entendía cómo los rivales tenían el dominio del balón. Por si algo hiciera falta, Berterame se fue expulsado por reclamar al silbante, quien inclusive tuvo su momento al repartir hasta dos tarjetas rojas más.
La primera, a Óliver Torres por una plancha a Rómulo, y las siguientes a Guido Pizarro y Germán Lux, auxiliar de Demichelis, quienes se hicieron de palabras en la banca justamente por la jugada. La euforia llegó a tal que hasta André Pierre Gignac bajó desde la tribuna para encarar al staff de los Rayados, mientras que el comisario de la Liga MX intentaba mantenerlo a distancia.
¿Quién metió los goles para Tigres en el Clásico Regio?
En la otra batalla, dentro de la cancha, Tigres intentó por todos lados el empate ante una defensiva de Monterrey que se caía a pedazos. Pero no fue hasta un tiro libre de Sebastián Córdova, donde la barrera se abrió, que finalmente llegó el tan ansiado empate.
Pero el esfuerzo felino tuvo aún más recompensa. Con 10 minutos en el agregado, empuje de Tigres llevó a Gorriarán hasta la banda derecha, lanzar un centro y por lo aires apareció Ibáñez para meter un cabezazo un concretar una remontada que provocó una erupción en el “Volcán”, con una remontada histórica en uno de los mejores Clásicos Regios de los últimos años.