El plan busca reducir la burocracia, pero genera preocupación entre veteranos.
Washington.- La administración de Trump planea despedir a más de 80,000 empleados del Departamento de Asuntos de Veteranos (VA) como parte de una reorganización que busca regresar a los niveles de personal de 2019. El secretario de Asuntos de Veteranos, Doug Collins, aseguró que estos recortes no afectarán la atención médica ni los beneficios de los veteranos, aunque grupos de exmilitares han expresado su preocupación por la posible disminución en la calidad de los servicios.
El memorando interno obtenido por la prensa señala que la reestructuración entrará en vigor en agosto y que la VA trabajará con la Casa Blanca para garantizar una transición “disciplinada y pragmática”. Mientras tanto, legisladores demócratas han criticado la medida, acusando a Trump de perjudicar a los veteranos para reducir el gasto público. Algunos republicanos también han mostrado inquietud, especialmente por la falta de consulta previa al Congreso.
Grupos de veteranos temen que la incertidumbre y la reducción de personal afecten la eficiencia del VA, lo que podría llevar a que muchos dejen de acudir a recibir atención. Legisladores como el senador Richard Blumenthal calificaron la decisión como “una traición” a quienes han servido al país, mientras que defensores de los veteranos advierten que estos cambios podrían empeorar el acceso a la atención médica para millones de personas.