El equipo de Tigres venció a Pachuca y los felinos volvieron a conocer la victoria para ponerse en la tercera posición del torneo
Arturo Méndez / ESTO.- Pese a que matemáticamente aún tienen vida en el Apertura 2024, los Tuzos están al borde del abismo después de caer 2-1 ante Tigres en el estadio Universitario.
El desastroso torneo de los hidalguenses se esfumó en un partido donde los Universitarios mostraron una de sus peores versiones, y aún con eso, les alcanzó para escalar al tercer lugar general para escoltar a Cruz Azul y Toluca. Ahora, si América consigue derrotar a Rayados en el cierre de la fecha 14, Pachuca quedará fuera del torneo.
Tigres comenzó ganando el partido.
La afición felina disfrutó brevemente de ver a su equipo dominar el partido, ya que después de los primeros diez minutos los once de amarillo se desdibujaron en el campo. El tiempo fue bien aprovechado por Brunetta, que hizo explotar el Volcán con un zurdazo desde la media luna del área de Carlos Moreno.
El gol fue el único destello de los Universitarios, la gente importante comenzó a desaparecer. Gignac no regaló esas noches que lo hicieron leyenda en el fútbol mexicano, Córdova y Lainez no encontraron profundidad, y por si fuera poco, la defensa se vio agobiada por los jovencitos de Pachuca.
Los hidalguenses hicieron olvidar la gran diferencia de planteles con su fútbol. Con mucho orden y sobre todo con ímpetu, los Tuzos encontraron la igualada. La gran virtud del cuadro de Almada fue terminar todas y cada una de las jugadas, y la recompensa llegó antes del descanso en los pies de Elías Montiel.
Paunovic no dio crédito de cómo su equipo plagado de grandes figuras estaba sufriendo con otro lleno de juveniles comando por un par de veteranos como Rondón y Idrissi. Cuando Pachuca tuvo el control del partido en sus manos y la remontada se veía cerca, Oziel Herrera levantó a Tigres de la lona para devolverles la ventaja del encuentro.
Paunovic aceró en los cambios.
Herrera fue un gran acierto de Paunovic desde la banca. El atacante mexicano se combinó con otro de los elementos frescos como Ibáñez y en la primer jugada de la cual fue partícipe puso en 2-1. El tanto fue lapidario para Pachuca, el cansancio físico y mental les jugó en contra. Volver a reponerse de estar contra las cuerdas no les fue posible dos veces en la misma noche.
Javier Aquino le metió nerviosismo al cierre del partido, pero no a favor de Tigres, sino todo lo contrario. Con una mano en una jugada intrascendente en el mediocampo se ganó la segunda tarjeta amarilla y por ende se fue expulsado. Con cinco minutos en el reloj, Pachuca no pudo enviar un buen balón al área y terminó con las manos vacías en la Sultana del Norte.