El magnate podría tener el mundo en sus manos si gana Donald Trump la Presidencia.
Jair Soto / El Sol de México.- El multimillonario Elon Musk, dueño de la plataforma X, Tesla y SpaceX, está en campaña a favor del candidato republicano, Donald Trump, rompiendo con una tradición de mantenerse aislado de la política estadounidense, incluso tras ser un votante sólido del Partido Demócrata.
Desde principios de octubre ha tenido una agenda activa realizando mítines políticos, el 5 de este mes participó en un evento junto al expresidente estadounidense en Butler, Pensilvania, donde semanas previas fue víctima de un intento de homicidio al ser herido en una oreja durante su discurso.
“El destino de nuestra civilización” depende del retorno de Trump a la Casa Blanca, mencionó en el mitin inaugural de una serie de presentaciones en el país para promover el voto a favor del candidato republicano, a quien ya le ha donado alrededor de 75 millones de dólares desde julio, cuando comenzó activamente su apoyo.
Recientemente, Musk se volvió sumamente crítico con los demócratas y ha utilizado su plataforma X, con más de 360 millones de usuarios, para promover su mensaje y difundir información falsa, principalmente en materia migratoria y de garantía electoral, mencionando sin aportar pruebas, que se alista un fraude electoral.
Beneficios visibles.
Trump ha acogido con buenos ojos el respaldo del magnate, quien le aseguró un cargo en su gabinete si gana las elecciones del próximo 5 de noviembre. Musk habría propuesto previamente a Trump que creara una comisión encargada de revisar la eficiencia del sector público de Estados Unidos y se ofrecía a presidirla.
Trump aceptó y aseguró que le encargaría una reforma para el aparato de Gobierno federal, encargada de llevar a cabo una auditoría financiera y de rendimiento a las dependencias de gobierno. Agregó que le confiaría el cargo debido a que él tiene la experiencia para llevar a cabo recortes masivos de empleos como lo ha hecho en sus empresas.
Su apoyo a Trump también tiene un costado ligado a su actividad, ya que sus empresas se desarrollan en sectores particularmente regulados y entran frecuentemente en conflicto con las autoridades.
Con Trump en la Casa Blanca, Musk podría ser potencialmente responsable de su propia regulación, con posibilidad de hacer absolutamente lo que quiera.
Asimismo, todos sus negocios estarían bajo el amparo de Trump, en caso de ganar la Presidencia, X se convertiría en una plataforma libre de regulaciones donde explotaría la desinformación y los discursos de odio.
Por otro lado, SpaceX se empresa espacial tendría una amplia ventaja ante sus competidores Blue Origin o Virgin Galactic, en plena carrera espacial privada. Actualmente, SpaceX es el principal socio de la NASA, la agencia espacial gubernamental de EU.
“Si pierde (Trump), estoy jodido”, comentó el multimillonario durante una entrevista con el comentarista estadounidense conservador Tucker Carson.
Giro a la derecha.
Musk ha radicalizado su discurso contra los demócratas, al punto de sugerir ataques similares a los de Donald Trump, que aparentemente intentaban acabar con la vida del candidato republicano, contra la vicepresidenta Kamala Harris o el presidente Joe Biden, al cuestionar por qué no atentaban contra ellos.
Se sabe que en años anteriores, el magnate era un elector demócrata y se mantenía reservado de la vida política, pero su giro a la derecha genera cuestiones sobre el detonante de su decisión.
Por un lado se estima que Musk, de origen sudafricano, creció durante el Apartheid, sistema político basado en la segregación racial, y que ese pasado pueda incidir en su visión actual, ya que durante su estancia en Sudáfrica, vio el empoderamiento de la raza negra en el país y podría ver una situación actual en Estados Unidos con el tema migratorio.
Por esa situación algunos analistas consideran que su discurso antiinmigrante va de la mano con sus experiencias del pasado, porque teme que exista un giro demográfico en el país en el que ahora radica y consiguió la ciudadanía.
También está en la mesa la posibilidad de que su odio a los demócratas esté basado en una experiencia personal. En 2022, su hijo Xavier Musk decidió cambiar su nombre y género, por lo que pasó a convertirse en Vivian, Musk declararía que “a su hijo lo mató el virus woke”, una ideología vinculada principalmente con el progresismo, un estandarte del Partido Demócrata.