El experto de XP Investments, asegura que el gobierno incrementó el gasto de manera importante en algunos rubros como son las transferencias a programas sociales o pensiones.
Miguel Ángel Ensástigue / El Sol de México.- La administración del presidente Andrés Manuel López Obrador terminó con el déficit fiscal más alto desde 1990 que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) tiene registro, ante un mayor gasto en infraestructura y programas sociales.
De acuerdo con la dependencia, entre enero y agosto la diferencia de los ingresos y el gasto del gobierno federal ascendió a más de 897 mil 874 millones de pesos, la más alta para un mismo periodo en los últimos 34 años.
Para este lapso, el gasto neto ascendió a más de 5.94 billones de pesos, pero los ingresos llegaron a sólo 5.04 billones de pesos.
“La administración termina con un incremento en el déficit bastante sustancial. El gobierno incrementó el gasto de manera importante en algunos rubros que son muy inerciales, como son las transferencias a programas sociales o pensiones”, indicó Marco Oviedo, economista y estratega para América Latina en XP Investments.
El experto dijo a El Sol de México que ante este panorama en las finanzas públicas, la próxima administración de Claudia Sheinbaum Pardo, quien asumirá la presidencia este 1 de octubre, podría tener un menor margen de maniobra en materia del gasto o deuda pública.
Ante ello, resaltó la necesidad de hacer una reforma fiscal para elevar los ingresos presupuestarios y evitar un mayor desbalance en las finanzas públicas, pese a que la próxima titular del Ejecutivo ya descartó esta posibilidad.
“El margen para ajustar el gasto es muy reducido, podría darse por el lado de la inversión, pero aún así sería por al menos un punto del Producto Interno Bruto (PIB).Hacia 2026 y 2027, la administración debería pensar en una reforma fiscal o si no empezar a reducir programas, que tampoco es lo ideal y mucho menos sostenible”, precisó Oviedo.
Aun con este panorama, la SHCP que encabeza Rogelio Ramírez de la O aseguró que al cierre de agosto, las finanzas públicas se mantuvieron sanas, registrando balances fiscales en línea con las metas establecidas y un nivel de deuda sostenible.
Detalló que, en conjunto, el gasto neto total creció 9.6 por ciento en términos reales principalmente por mayores recursos a la provisión de bienes y servicios públicos, salud, educación, así como desarrollo y proyección social.
Para Gabriela Siller, directora de análisis económico y financiero de Banco BASE, Sheinbaum Pardo recibirá una economía con bajo crecimiento y la posibilidad de caer en recesión, incertidumbre respecto a la política económica interna, alto endeudamiento y la necesidad de disminuir el déficit presupuestario.
“Recibe una economía afectada por la falta de gasto público en infraestructura.Además, existe el riesgo de perder el grado de inversión los siguientes años. Recibe una economía con el problema estructural de muy larga historia de la alta informalidad laboral y baja productividad”, subrayó la experta.
Impuestos aportan 66% de los ingresos del gobierno.
Según el informe sobre las finanzas públicas y deuda pública al cierre de agosto, el cobro de impuestos por parte del Servicio de Administración Tributaria (SAT) aportó el 66.1 por ciento de todos los ingresos del país.
En suma, el SAT obtuvo más de 3.34 billones de pesos por el cobro de IVA, ISR, IEPS y otros gravámenes, lo que representó un incremento de 6.3 por ciento respecto al mismo periodo del año pasado.
Por separado, los ingresos petroleros cayeron 7.7 por ciento anual en términos reales al tener una bolsa de 684 mil 808.1 millones de pesos, derivado de una baja en la producción de crudo y un menor precio del gas natural.