Chris Sanders dirige una historia basada en el libro de Peter Brown que muestra los límites de la convivencia entre la naturaleza y la tecnología.
Kevin Aragón / El Sol de México.– Con una historia que recuerda a las fábulas de Esopo y los cuentos de ciencia ficción de Isaac Asimov, la película “Robot Salvaje” llega con el potencial de convertirse en todo un clásico contemporáneo del cine de animación.
El filme marca el regreso del director y guionista Chris Sanders —mundialmente conocido por “Lilo & Stitch” y “Cómo entrenar a tu dragón”— con una adaptación de la novela infantil, escrita por el ilustrador Peter Brown, la cual está catalogada como el número uno en la lista de Best Sellers para niños y jóvenes, por The New York Times.
En ella se cuentan las aventuras de ROZZUM 7314, un robot que, en un futuro no demasiado lejano, tras una tormenta se extravía en una isla gobernada por animales salvajes.
La máquina tiene unas leyes programadas que, en teoría no debería romper, entre ellas no dañar a ningún ser vivo y cumplir toda tarea que le sea asignada, así aprende el lenguaje de los animales, e incluso se hace cargo de un ganso del que se vuelve su madre adoptiva.
La cinta tiene un gran número de reflexiones que evoca a través de la interacción entre el robot y su entorno, que van desde la supervivencia y la forma de afrontar la muerte, hasta la maternidad, el sentido de pertenencia y la autoaceptación, que no es lo mismo que la autocondescendencia. Todo de una forma conmovedora que permite al espectador preguntarse sobre su propia condición, bajo estos cuestionamientos.
“Nuestra misión y nuestra responsabilidad era escuchar su historia e identificar esas cosas. Parte del proceso de llevar una historia así de la página a la pantalla es aclarar las cosas y hacer que estos temas resuenen y sean prominentes, por lo que hacer espacio para ellos fue uno de mis principales trabajos como guionista”, comenta Chris Sanders, en entrevista con El Sol de México.
“A veces, no contamos mucho de la historia, pero sucede algo muy pequeño que también significa mucho. Creo que, en cierto sentido, ese es el arte de esta película. Tiene esas interacciones más íntimas que son mucho más realistas”, agregó el director, quien considera este uno de los grandes aciertos de la película.
Con una hora y 42 minutos de duración —con excitantes secuencias de acción y locura—, Sanders explica que esta es una de las películas que mayor diálogo ha hecho en su carrera, con casi el doble de ellos a lo que normalmente se suele hacer en una película así.
En la charla, el creativo confiesa que no estaba entre sus metas incluir este tipo de esquema, pero al final el lo ve como una característica provechosa, pues durante todo tiempo la película ofrece pensamientos en retrospectiva con el público, que lo hacen pensar sobre sí mismos y su forma de actuar en el mundo, desde la empatía.
Curiosamente contraria a la historia que se centra en un robot y en el ambivalente uso que puede tener la tecnología para la conservación y ayuda de ambientes, así como de su destrucción y caos, Sanders afirma que para esta película se ha utilizado el menor grado de tecnología posible, sobre todo porque se vieron obligados a hacer gran parte de las ilustraciones a mano, para dar el efecto de pintura impresionista deseado.
Chris Sanders cree que la relación con la tecnología tiene sus límites y se trata sólo de encontrar un balance.
Robot Salvaje se estrena el 26 de septiembre en salas de cine de todo el país.