Las fuerzas de seguridad de Irán dispararon contra una mujer de 31 años que no llevaba el velo islámico; los médicos aún no determinan si la parálisis será temporal o definitiva.
Iran.- Una mujer iraní de 31 años, Arezou Badri, quedó paralítica después de recibir un disparo en la espalda por parte de las fuerzas de seguridad por no llevar el hiyab obligatorio. El incidente ocurrió el 22 de julio en la ciudad de Nour, provincia de Mazandaran, cuando Badri no detuvo su vehículo, que iba a ser confiscado por no cumplir con el código de vestimenta.
Los agentes dispararon primero contra los neumáticos y luego apuntaron hacia ella, impactándola en la espalda. Diez días después, los médicos lograron extraer la bala, pero los daños en sus pulmones y médula espinal le han impedido caminar, y aún no se sabe si su parálisis es permanente.
Badri está bajo estricta vigilancia en la UCI del Hospital Valiasr de Teherán, con acceso limitado a su familia. Este hecho es parte de la campaña “Plan Luz”, que busca imponer el uso del velo islámico tras las protestas desatadas por la muerte de Mahsa Amini en 2022.