El mexicano perdió por decisión dividida y dejó ir la oportunidad de ser campeón en 4 categorías diferentes.
Guillermo Abogado González / ESTO.- No llegó el cuarto título. Aunque el triunfo pudo quedar para cualquier lado, Emanuel “Vaquero” Navarrete se quedó en la orilla de conseguir su cuarto título mundial en distinta categoría y acrecentar la historia del boxeo mexicano luego de caer este sábado por decisión dividida ante Denys Berinchyk, en la Arena Pechanga de San Diego, California, en Estados Unidos.
El “Vaquero” no pudo domar las 135 libras para meterse a una lista privilegiada del pugilismo nacional. El boxeador mexiquense sufrió, le costó la pelea por el hecho de subir de categoría, sintió la pegada de su oponente más acostumbrado a esta división y aunque resistió los 12 rounds las tarjetas dictaron su descalabro. Con 115-113, 112-116 y 116-112, Berichyk mantuvo su invicto y se adueñó del fajín peso ligero de la Organización Mundial de Boxeo.
Pese al descalabro, el oriundo de San Juan Zitlaltepec protagonizó una pelea cerrada al grado que los jueces tardaron un poco más de lo debido para dar a conocer el resultado en un recordatorio que el box es un deporte de apreciación, donde el triunfo pudo ser para cualquier esquina tanto que ni uno de los dos protagonistas festejó una vez que terminó el último round y tampoco Navarrete protestó el descalabro.
No obstante, “Vaquero” sostiene sus títulos supergallo, pluma y superpluma. Y ahora su foja luce con 38 victorias, 31 por la vía rápida, un empate y dos descalabros. Por su lado, Denys Berinchyk mantuvo su invicto y ahora presume de 19 triunfos, nueve antes de tiempo.
VAQUERO NAVARRETE AGRADECIÓ EL APOYO.
Al término de la pelea, Navarrete se enfrascó en un abrazo con el ucraniano y hasta le regaló un sombrero vaquero. Al mismo tiempo agradeció el apoyo y reconoció su falta de enchufe en las 135 libras, por lo que se ve viable que vuelva a las 130.
“Gracias a toda la gente que estuvo apoyándome, que vio la pelea, me encanta San Diego porque la gente me abraza, era algo nuevo para mí, una prueba de fuego era algo que iba a ser difícil y lo fue. Berinchyk es un gran peleador, me hizo batallar bastante, sé que me falta mejorar mucho, no estoy triste, no estoy cabizbajo, es una prueba y sé que puedo dar más. Estoy contento porque entré a la división y sabía que sería algo fuerte”, admitió el boxeador mexicano.