Informe de Oxfam señala cómo las fortunas de los más ricos están construidas sobre la nula existencia de leyes de redistribución de la riqueza en el país.
Ciudad de México.- La riqueza de Carlos Slim, Germán Larrea y otros 12 magnates mexicanos se ha duplicado desde el comienzo de la pandemia, según revela un informe de Oxfam.
Mientras los ciudadanos más desfavorecidos sufrían pérdidas de empleo y fallecían a causa del COVID-19, las 14 personas más acaudaladas del país veían incrementar sus fortunas. A lo largo de cuatro años, la riqueza de los ultrarricos, aquellos con más de mil millones de dólares, ha experimentado un crecimiento notable, reflejando un fenómeno global de extrema desigualdad. En México, este patrón se ha mantenido, evidenciando la falta de políticas fiscales y de redistribución de la riqueza.
Oxfam destaca en su informe titulado “El monopolio de la desigualdad” que la acumulación de poder e influencia de los ultrarricos mexicanos ha sido posible debido a décadas de gobiernos que han renunciado a regular su riqueza. A pesar de las presiones económicas y las luchas por la supervivencia de las generaciones actuales, los más ricos han salido beneficiados, aprovechándose de políticas fiscales deficientes o inexistentes.
En México, los ultrarricos desempeñan roles prominentes, aunque algunos prefieren mantener un perfil discreto para preservar sus negocios. La lista de los 14 magnates, ordenada por su fortuna, incluye a Carlos Slim, Germán Larrea, Ricardo Salinas Pliego, Alejandro Baillères, María Asunción Aramburuzabala, Antonio del Valle Ruiz, Rufino Vigil, Carlos Hank Rhon, Juan Domingo Beckmann, Fernando Chico Pardo, Karen Virginia Beckmann, Roberto Hernández Ramírez, David Peñaloza Alanís y Alfredo Harp Helú.
Carlos Slim, reconocido por su asociación con Telmex y otras empresas, encabeza la lista como el más rico no solo de México, sino de toda América Latina y el Caribe, con una fortuna superior a la de los otros 13 ultrarricos combinados.