El gobierno cabecista ordenó a un grupo numeroso de Gopes y policías estatales agredir hasta la muerte a los pobladores que llevaban a cabo el cierre de la carretera en aquel lugar.
Cd. Victoria Tamaulipas.- Con el fin de llevar a cabo varias diligencias de Inspección judicial en el municipio de Hidalgo, un contingente de más de dieciséis automotores que trasportaban a policías Gopes y estatales fuertemente armados, así como a peritos de la Fiscalía de Tamaulipas, se presentaron a aquel poblado.
Fuentes cercanas a los pobladores de aquella zona, me comentan que se les permitió el acceso para levantar las diligencias, las cuales se llevaron a cabo en “el ejido Barbosa”, ubicado a cuatro kilómetros del centro de Hidalgo.
Para evitar que entraran sorpresivamente a Hidalgo otro contingente mayor de los nefastos GOPES, los pobladores se apostaron nuevamente en la carretera nacional, cerrando el paso vehicular a la altura del ejido el Tomaseño. En ese grupo de personas, había señoras, niños, jóvenes y adultos, los cuales desde hace más de una semana se encuentran en protesta pacifica en aquella zona, sin utilizar armas de fuego.
De manera intempestiva arribaron al lugar, un grupo de aproximadamente 200 policías GOPES y estatales de CDV, a bordo de alrededor de 30 camionetas, quienes empezaron a golpear con los toletes y con las cachas de sus armas a las personas que protestaban, mientras sobrevolaba un helicóptero de la Policía estatal desde donde empezaron a realizar disparos en contra de los pobladores que huían de esa agresión asesina ordenada por el gobierno cabecista.
Una señora de avanzada edad (cuya identidad protegemos para salvaguardar su integridad), que estuvo presente en el lugar de los hechos, precisamente a la altura del Tomaseño, reporta que en su huida se refugió como muchos de sus compañeros entre unos naranjales, y que al menos tres disparos pasaron cerca de su cabeza, percatándose como los disparos provenientes desde el helicóptero impactaba a tres personas, dejándolos gravemente heridos.
Faltando a su palabra, el gobierno Cabecista había acordado con los pobladores de esa zona que solo llevaría a cabo las diligencias de inspección ordenadas por un juez de ciudad Reynosa, quien le instruye el proceso penal a Octavio Leal Moncada; por lo que solo entraría la zona un grupo de peritos y auxiliares con algunos policías para realizar esas diligencias judiciales.
Traicionando a su palabra, como siempre lo ha hecho, el gobierno cabecista ordenó, que paralelo a esas diligencias, un grupo numeroso de Gopes y policías estatales agredieran hasta la muerte a los pobladores que llevaban a cabo el cierre de la carretera en aquel lugar. La agresión en ese sentido fue clara y evidente, ya que les tiraron a matar.
Se especula que, en ese operativo malsano y asesino, perecieron tres pobladores y que existen una docena de heridos y lesionados, entre señoras, jóvenes y adultos. Otras versiones señalan que hubo alrededor de tres heridos con disparo de arma de fuego y muchos lesionados.
Fue prácticamente un verdadero festín de sangre que los Pelinegros Gopes y policías estatales llevaron a cabo de manera cobarde en contra de personas indefensas.
Por eso hace muy bien el gobernador electo AMÉRICO VILLARREAL ANAYA de buscar una adecuada coordinación con el gobierno federal, para que exista gobernabilidad una vez que asuma el importante cargo el día primero de octubre de este año. Villarreal Anaya conoce los abusos criminales de CDV, lo ha sufrido en carne propia y por ello trabaja para pacificar con justicia social las distintas zonas de la entidad.