Servicios de trenes de pasajeros permitirán mejorar calidad de vida, bienestar y movilidad de personas por económico, menos contaminante y seguro.
Primeras siete rutas en beneficio de México, Veracruz, Coatzacoalcos, AIFA, Pachuca, Querétaro, León, Aguascalientes, Manzanillo, Guadalajara, Irapuato, San Luis Potosí, Monterrey, Nuevo Laredo, Tepic, Mazatlán, Nogales, Chihuahua y Ciudad Juárez.
Investigación Especial, Alberto González Káram.- El regreso de los trenes de pasajeros en México por parte del actual presidente de los Estados Unidos Mexicanos se lleva a cabo en cumplimiento al artículo 89, fracción l, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, con fundamento en los artículos 25 y 28, párrafo cuarto, de la propia constitución; 36 de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal; 1, 6, 37 fracción I de la Ley Reglamentaria del Servicio Ferroviario, y 58 y 101 del Reglamento del Servicio Ferroviario.
Es importante destacar que el ferrocarril desde su nacimiento en el mundo en 1769 ha jugado un papel fundamental en el progreso socioeconómico de las naciones y principalmente en México.
El ferrocarril en México fue crucial en el desarrollo de fines del siglo XIX y principios del XX, fomentó la integración del territorio nacional, redujo las distancias y facilitó el movimiento de personas y mercancías.
La construcción de ferrocarriles nacionales de México permitió la explotación de recursos en zonas remotas, estimuló la agricultura y minería, favoreció el establecimiento de nuevas poblaciones y el crecimiento económico.
En 2023, se cumplen 150 años de la instalación del primer ferrocarril de pasajeros en México que iniciará el presidente Benito Juárez García y concluye el presidente Sebastián Lerdo de Tejada de México a Veracruz.
La continuidad de red ferroviaria conectó a México con los mercados internacionales, principalmente con Estados Unidos de América, lo que incrementó el comercio y la inversión extranjera.
Al tratarse de una industria estratégica, en el año 1937, el presidente Lázaro Cárdenas concretó la rectoría del Estado en la operación y prestación del servicio público ferroviario de carga y pasajeros.
Las principales rutas ferroviarias que operaban fueron las siguientes: 1. Ciudad de México-Veracruz “Jarocho“, 2. México-Querétaro “El Constitucionalista“, 3. Ciudad de México-SLP-Monterrey “El Regiomontano“, 4. Monterrey-Nuevo Laredo “Nuevo Regiomontano“, 5. Monterrey-Matamoros “El Tamaulipeco“, 6. Ciudad de México-Mérida “El Meridano“, 7. Ciudad de México-Guadalajara “El Tapatío“, 8. Mexicali-Nogales-Mazatlán-Tepic-Guadalajara “El Mexicali“, 9. Ciudad de México-Aguascalientes “El San Marqueño“, 10. Aguascalientes-León “El Zapatero“, 11. Aguascalientes-Chihuahua “El Dorado”, 12. Chihuahua-Ciudad Juárez “División del Norte“, 13. Ciudad de México-Uruapan “El Purépecha“, 14. Ciudad de México-Oaxaca “Oaxaqueño“, 15. Manzanillo-Guadalajara “El Colimense“, 16. Saltillo-Piedras Negras “El Coahuilense” y 17. Ciudad de México-Pachuca “El Hidalguense“.
El entonces presidente Ernesto Zedillo Ponce de León, tomó la decisión irracional, inadecuada e incorrecta de privatizar los ferrocarriles nacionales de México, procediendo el 2 de marzo de 1995 a publicar en el Diario Oficial de la Federación (DOF) la reforma al cuarto párrafo del artículo 28 constitucional.
La privatización de los ferrocarriles nacionales de México sustituyó el régimen de participación exclusiva del Estado en los ferrocarriles a fin de permitir la participación de privados mediante el otorgamiento de concesiones.
El 12 de mayo de 1995, se promulgó la Ley Reglamentaria del Servicio Ferroviario la cual obligó al ejecutivo federal otorgar el 84.5 por ciento de las vías ferroviarias principales existentes a manos de privados.
Las concesiones otorgadas por 50 años a cada una de las empresas privadas motivaron cerrar las operaciones definitivamente de los Ferrocarriles Nacionales de México (FNM) en el transcurso de 1999, concluyendo con los servicios de pasajeros y surgieron las siguientes compañías: TFM, ahora Kansas City Southern de México; Ferrocarril Mexicano, ahora Grupo México Transportes; Ferrocarril del Sureste, ahora Ferrosur; Terminal Ferroviaria del Valle de México, ahora conocida como Ferrovalle; y la Línea Corta, ahora como Línea Coahuila Durango.
El Gobierno Federal por conducto de la entonces Secretaría de Comunicaciones y Transportes, otorgó en concesión las vías troncales que corren al norte del país y las vías cortas del sureste, manteniendo bajo su control, únicamente, el ferrocarril del Istmo de Tehuantepec, siendo entregadas a dos empresas con distintas denominaciones un total de 17 mil 484 kilómetros de vías ferroviarias y se canceló el servicio de trenes de pasajeros.
Los títulos de concesión vigentes cuentan con una cláusula que establece los límites de los derechos de la concesión y prestar servicio público de transporte ferroviario, tratándose del servicio de pasajeros, en cualquier tiempo, entre las concesiones a terceros y estarán obligados a otorgar los derechos de paso o derechos de arrastre a las personas a quienes se otorgue concesión y proporcionar todas las facilidades que se requieran para que el servicio de transporte de pasajeros se ajuste a los itinerarios correspondientes.