Han pasado más de 40 horas desde que Otis golpeó en Guerrero y aún no pueden llegar los víveres para los damnificados del estado, donde caminos carreteros y el aeropuerto no han logrado restablecer servicio.
Francisco Zorroza l El Sol de Acapulco.- Más de 40 horas han pasado del paso del huracán Otis de categoría 5 en la escala Saffir Simpson y la ayuda para miles de damnificados todavía no fluye.
Al puerto solo empiezan a llegar brigadas de apoyo para hacer labores de limpieza procedentes de estados vecinos como la Ciudad de México que, en cada desastre, se solidariza con el puerto.
La falta de ayuda en víveres para una ciudad devastada por el meteoro violento, ha puesto en evidencia la falta de coordinación de las autoridades federales que, a pesar de los constantes daños por múltiples fenómenos naturales, poco ha aprendido en el tema de desastres.
Acapulco una vez más fue sacudido por el poderoso huracán que, en muchos años es el primero en atacar con tanta fiereza este destino turístico.
Las brigadas de rescate de la Secretaría de la Defensa Nacional, Marina y Guardia Nacional no dan abasto para atender la problemática que aqueja al puerto.
La ciudad, desde la zona turística hasta sus rincones más confinados en las colonias populares, enfrentan la falta de energía eléctrica, por lo que el puerto no solo está en penumbras, sino también la falta de internet mantiene incomunicados a más de un millón de habitantes.
Las autoridades han puesto principal atención a los destrozos que causó Otis en la zona turística. Las avenidas Cuauhtémoc y Adolfo Ruiz Cortines, así como el bulevar Lázaro Cárdenas, registran abandono.
Los vehículos de seguridad y militares que circulan por las mencionadas avenidas solo sirven de traslado de personas que van al centro o regresan.
En algunas de estas unidades, incluso, se daba apoyo a algunas personas que momentos antes saquearon tiendas de autoservicio.
Las brigadas de autoridades municipales no habían iniciado hasta la mañana de este jueves el retiro de toneladas de desechos que obstruyen vialidades y calles.
En la ciudad, decenas de postes de la Comisión Federal de Electricidad y de Teléfonos de México, estaban tirados en calles y avenidas, por lo que el tránsito de unidades se hacía en zigzag en algunas calles.
En el aeropuerto, que está cerrado, aún no se tienen reportes de la llegada de algunos alimentos que permitan mitigar un poco la necesidad de más de un millón de acapulqueños.
Publicado originalmente en El Sol de Acapulco.