Los felinos no pudieron contra un Monterrey disminuido, que alargó su lista de lesionados en el Olímpico.
Ciudad de México.- Pumas tuvo todo para ganar. Las opciones de gol, un Olímpico casi lleno y pintado de rosa y hasta un rival que llegó disminuido a la capital con seis lesionados en total. Sin embargo, los felinos no pudieron rugir en casa, fueron ineficaces al ataque y en los últimos minutos sufrieron la hombrada de un Rayados que parecía inofensivo, pero que al final, a pesar de todas las adversidades que sufrieron con tres fracturados más, lograron llevarse los puntos de visita y romper el invicto que el local tenía en casa. 0-1 final.
El juego vivió dos realidades. La garra puma en su máximo esplendor y la mala suerte de Rayados. Esa combinación inclinó todo a favor de los locales, quienes de inmediato mostraron su postura ofensiva, con César Huerta como su principal eje de ataque. Precisamente el Chino tuvo la primera opción, sin embargo, el atacante desaprovechó y no pudo definir. El defensa Héctor Moreno se barrió a tiempo y evitó el tanto del mexicano de moda y de gran momento en la actualidad.
Monterrey vivió una pesadilla en la capital. No sólo llegaron con seis bajas por lesión, si no que en el transcurso del partido se añadieron un par más en los primeros 15 minutos. Erick Aguirre no pudo seguir y Jordi Cortizo, por una molestia en el hombro izquierdo, también tuvo que salir. Eso no fue todo. A la visita se le vio desesperada y eso generó entradas imprudentes. Un total de cinco tarjetas amarillas en la primera mitad. Más lesionados y amonestaciones que aproximaciones al marco defendido por el portero Julio González. El seleccionado nacional tuvo muy poco trabajo. Rogelio Funes Mori, Maxi Meza y el ingresado Rodrigo Aguirre generaron muy poco al frente.
Del otro lado tampoco existió tanto peligro. Lo más relevante fue un disparo del Toto Salvio que atajó Andrada a una mano, además de otro disparo de Huerta que pasó muy cerca. Eso y nada más.
En el complemento todo siguió igual. Pumas con la posesión y el dominio. Monterrey fue completamente inofensivo en el Pedregal. El Turco Mohamed dio ingreso a Juan Ignacio Dinenno. De inmediato se notó la presencia del Comandante, quien tuvo la primera con un remate de cabeza que estuvo a punto de meterse a la red, pero Héctor Moreno salvó en la línea de gol con un lance espectacular que evitó el tanto felino.
Después el propio Dinenno tuvo un remate con el marco abierto, pero el argentino falló su disparo. Esa fue la más clara para el local y el goleador no estuvo fino. El equipo universitario siguió con la presión, pero no tuvo mucha imaginación para la generación de peligro. Lo más relevante fue un disparo de Rodrigo López que la Sabandija Andrada desvió. Cerca del final, una posible mano de Víctor Guzmán pudo marcarse como penalti, el árbitro revisó en el VAR, pero no lo otorgó.
Parecía que el empate estaba cantado, sin embargo, los Rayados consiguieron un regalo casi al final con mucha suerte. Ponchito González marcó en tiempo de compensación y le dio el triunfo a Monterrey. Pumas perdió el invicto en casa y se quedó sin puntos en el Olímpico cuando parecía que el triunfo era de trámite.