Proveedores y contratistas están suspendiendo sus servicios, lo que pone en riesgo sus operaciones.
Ciudad de México.- Petróleos Mexicanos (Pemex) enfrenta una deuda significativa de más de 101 mil millones de pesos con sus proveedores y contratistas para septiembre, lo que representa un aumento del 37.20% en comparación con el último informe disponible hasta esa fecha.
Las deudas acumuladas por Pemex con sus proveedores nacionales e internacionales están alcanzando un nivel crítico y plantean amenazas tanto para la producción de petróleo como para el suministro de productos petroleros.
Para abordar esta situación, en una reunión extraordinaria celebrada el 8 de marzo de 2023, el Consejo de Administración de Pemex instruyó a la Dirección Corporativa de Finanzas a diseñar un mecanismo financiero que garantice el pago a los proveedores y contratistas.
El año anterior, la empresa estatal emitió 2 mil millones de dólares en notas globales no garantizadas con vencimiento en 2029, pero solo logró colocar mil 500 millones de dólares. Estos fondos se destinaron a la liquidación de facturas pendientes con algunos de los proveedores y contratistas.
Hasta el 31 de diciembre de 2021, Pemex había logrado pagar los adeudos correspondientes a 2020, lo que representó un total de 238,282 millones de pesos. Asimismo, en 2021, la empresa completó los pagos por deudas acumuladas ese año, ascendiendo a 348,323 millones de pesos. Por otro lado, los pagos efectuados en 2022 se realizaron en su totalidad en abril, sumando 462,270 millones de pesos.
Sin embargo, al cierre del noveno mes de 2023, los pagos para las deudas contraídas en ese año ascendían a 298,700 millones de pesos, mientras que las deudas pendientes alcanzaban los 95,730 millones de pesos. Las facturas pendientes por servicios prestados por proveedores y contratistas ascienden a un total de 5,290 millones de pesos.
Cabe destacar que los trabajos pendientes de facturación en el sistema de pagos de la empresa petrolera nacional han aumentado notablemente, pasando de 3,724 millones de pesos en julio a 5,290 millones de pesos en septiembre, lo que representa un incremento del 42.05% en un solo mes.
En resumen, los pagos totales realizados por Pemex hasta el 30 de septiembre de 2023 ascienden a 760,970 millones de pesos.
Estos desafíos financieros han sido exacerbados por un recorte de 40,000 millones de pesos en 2020 y 2021, atribuible a los impactos de la pandemia de COVID-19 en las finanzas nacionales, lo que ha afectado los pagos a los proveedores y contratistas de la petrolera.
Para mitigar esta situación, la subsidiaria Pemex Exploración y Producción (PEP) renegoció contratos, tarifas y fechas de pago a mediados de 2021, lo que permitió seguir con las operaciones y comenzar un esquema de pago a proveedores y contratistas en febrero de ese año.
En marzo de 2021, Pemex y la Asociación de Empresas de Servicios Petroleros AC (AMESPAC) acordaron hacer públicos los informes de deuda con las empresas y se comprometieron a comenzar la liquidación de los adeudos a partir de febrero de 2021.
Es importante señalar que este informe no incluye notas de crédito, impuestos ni pagos y deudas no asociadas a contratos-pedidos registrados en los sistemas financieros de Pemex. Tampoco abarca trabajos, servicios o bienes pendientes de conciliación con proveedores y contratistas.
En las últimas semanas, tres empresas de servicios petroleros han iniciado procesos de resolución de controversias contra Pemex, mientras que otras han suspendido sus servicios debido a la falta de pago. Esto incluye casos como Hokchi Energy, que enfrenta deudas desde principios de año por más de 187 millones de dólares, y Baker Hughes, cuyos compromisos de pago acumulan un retraso de 5 meses y suman 308 millones de dólares. Además, la empresa Ferromex suspendió el servicio de desalojo de combustóleo de las refinerías de Tula y Salamanca debido a un impago de 317 millones de pesos, lo que podría afectar el abastecimiento de combustibles en la región y poner en riesgo la disponibilidad de turbosina en el aeropuerto de Guadalajara. Pemex advierte que la situación se vuelve cada vez más crítica y requiere soluciones inmediatas.