Luis de Carvajal nació en 1537 en Mogadouro, en Portugal, donde fue criado como cristiano, siendo su lengua materna el portugués. Desde los 8 años de edad su padre lo trajo a vivir a Benavente, en España, donde fue educado por seis años en la casa de la corte del sexto Conde de Benavente, Antonio Alfonso de Pimentel.
Reynosa, Tamaulipas.- Desde el siglo II, los judíos habían llegado a Sefarad o la península Ibérica, una toponimia que la refiere el antiguo testamento. La cultura hispanojudía se autonombra orgullosamente sefardí o sefardita.
Diferentes persecuciones religiosas, como la de Sevilla en 1391, provocó que los sefarditas se desplazaran hacia el poniente de España (en especial León y Galicia) en la península Ibérica. A los judíos conversos se les permitió permanecer en España, pero debido a que a algunos se les acusaba de judaizar en secreto, esto dio origen a la instauración de la Inquisición desde 1481 en Sevilla.
Los judíos serían finalmente desplazados hacia Portugal, durante la expulsión firmada en Granada por los Reyes Católicos en 1492; quienes consideraban la presencia judía como de mala influencia para los nuevos conversos al cristianismo.
Más tarde, esta política española influenciaría también para que fueran expulsados de Portugal en 1497. En “La Raya”, la línea fronteriza entre Portugal y España, habían existido poblaciones que habían compartido cultura y una forma de vida similar por siglos, desde la formación de la frontera en el siglo XII. Era en el entorno de La Raya donde la familia de Luis de Carvajal se desarrolló en el ámbito del vaivén entre las dos naciones.
Luis de Carvajal nació en 1537 en Mogadouro en Portugal, donde fue criado como cristiano, siendo su lengua materna el portugués. Desde los 8 años de edad, su padre lo trajo a vivir a Benavente en España, donde fue educado por seis años en la casa de la corte del sexto Conde de Benavente, Antonio Alfonso de Pimentel (1530-1575). Era un lugar visitado por la nobleza española, donde Luis de Carvajal convivió y tuvo el roce con gente importante de esos tiempos y donde adquirió el porte de un hidalgo español. Esto le facilitaría años después para adquirir la famosa cédula para formar el Nuevo Reino de León, al noreste de la Nueva España.
En 1551 Luis de Carvajal, de tan solo 14 años de edad, fue recogido de Benavente por su tío materno Duarte de León, un exitoso empresario de Lisboa en Portugal; ahí trabajó como comerciante por unos meses, pero los planes de su tío y la familia era colocarlo en el archipiélago volcánico de Cabo Verde, punto estratégico comercial para la adquisición de esclavos de África y como punto de partida hacia el continente americano.
Galeaza parecida a la que compró Luis de Carvajal en Sevilla.
Cabo Verde.
Su tío materno Duarte de León, era contratista por parte de la Corona, de todo tipo de productos entre Portugal y Guinea en la costa central de África, incluyendo el tráfico de esclavos que eran enviados a Europa y a los virreinatos de la Corona Española en América. El agente de Duarte en Rio S. Domingos, en la actual Guinea-Bissau en África, era su hermano Francisco Jorge de Andrade, quien en determinado momento se había cambiado el apellido. Este tío de Luis de Carvajal tenía el más alto rango militar en esa área del mundo controlada por Portugal.
Ahí permaneció por trece años, donde primero aprendió habilidades en contabilidad, administración y en donde posiblemente recibió adiestramiento militar. Existe una cédula en la cual se menciona que, Carvajal se convirtió en tesorero y contador del rey de Portugal, en especial de las islas de Santiago y Fogo en Cabo Verde y de Guinea; en lo relativo a los derechos y activos de las personas fallecidas en esos lugares.
Según su biógrafo Samuel Temkin (quien presentó sus magníficas investigaciones ante la Sociedad de Historia de Reynosa en el año 2008), la crianza en España le facilitó el contacto con los comerciantes españoles que llegaban a esas latitudes y con los portugueses metidos en el intercambio comercial en el mundo español. Temkin sugiere la posibilidad de que, Carvajal haya viajado con los comerciantes al Nuevo Mundo. En esos tiempos vivía su futuro suegro, Miguel Núñez, en Santo Domingo en La Española, como representante de los comerciantes de la Corona Portuguesa.
En 1564, a la edad de 27 años, Carvajal partió de Cabo Verde para Lisboa, donde permaneció un corto período de tiempo antes de pasar a Sevilla, al centro principal del comercio entre el Nuevo Mundo y España. Pocos meses después de haber partido de Cabo Verde, contrajo nupcias con Guiomar Núñez en Sevilla, la hija mayor de Miguel Núñez y Blanca Rodríguez. Su suegro era un importante comerciante portugués involucrado en el intercambio de esclavos, quien posiblemente conocía desde muchos años atrás.
Carvajal permaneció con su esposa por dos años en Sevilla, donde se dedicó al comercio del trigo, posiblemente asociado con su suegro. Este grano era un producto importante en el comercio de ese siglo, pero era difícil de administrar. Pronto dejó ese negocio buscando mejores oportunidades en donde invertir sus considerables activos, buscando hacia las empresas que ofrecía el Nuevo Mundo, en especial la Nueva España.
Hacia Nueva España.
Es indiscutible que Carvajal conocía los lineamentos que operaban en el tráfico comercial que existían entre Sevilla y el Nuevo Mundo; sobre el papeleo y permisos en la Casa de Contratación, que los mercaderes con sus barcos tenían que unirse a las flotas oficiales que salían anualmente desde Sevilla. Pero debido a su previa experiencia en Cabo Verde, conocía que existían otras formas de comerciar.
En las Canarias, podías adherirte a la flota que venía de Sevilla o bien unirte a una flota que se formaba allí mismo. Ambas flotas se hacían acompañar por dos barcos armados, la Capitana y la Almiranta. El barco insignia o Capitana lidereaba la flota, mientras que la Almiranta protegía la retaguardia. La única diferencia entre las dos flotas era que la Corona no proveía a la flota de Canarias estos dos barcos requeridos para cruzar el Atlántico.
La Corona permitía a los comerciantes de las Canarias llevaran sus mercancías directamente a las colonias españolas, aplicando también una serie de restricciones. Entre estas, se prohibía llevar a judíos, moros y nuevos cristianos al Nuevo Mundo. En una orden de la época también se les prohibió el paso a otros extranjeros, en especial a los portugueses. El Rey asignaba jueces en estas islas para la aplicación de estos reglamentos, pero no siempre funcionaban.
Las flotas salían de la Palma, la isla occidental de las Canarias. Aparentemente Carvajal no podría pasar al Nuevo Mundo, pues además de ser descendiente de judío, había nacido en la Raya en el lado de Portugal. A pesar de no tener su certificado de limpieza de sangre, prueba de que sus ancestros habían sido cristianos por lo menos por tres generaciones, el comportamiento de Carvajal era de un hidalgo criado en la casa del Conde de Benavente. Esto hubiera sido complicado si la salida hubiese ocurrido en Sevilla, ya que en la Palma la situación era más relajada.
Carvajal siendo diestro en navegación marítima y en cuestiones militares, además con una posición económica privilegiada, se le facilitó el paso a la Nueva España. En Sevilla compró una galeaza, un barco de guerra de tamaño considerable y equipado, al cual instaló artillería pesada. La embarcación iba principalmente repleta de vino que surtiría las ciudades de México y Zacatecas.
El barco de Carvajal serviría como la Almiranta, cuidando la retaguardia de diez o más barcos que zarparon en 1567 de la Palma en las Canarias. La aventura de Luis de Carvajal apenas empezaba, como el primer explorador y colonizador del noreste de México. Esta historia será contada en una próxima nota de este matutino.